Es el residuo finamente molido derivado de la sangre cruda del ganado de engorda, excluyendo todo material extraño como pelo, contenido intestinal y orina, con excepción de niveles traza inevitables en cualquier buen proceso de manufactura. Normalmente, las harinas de sangre son más uniformes, relativamente hablando, que las harinas de carne y hueso en cuanto a su contenido y digestibilidad de proteína. La clave en la determinación de la calidad, está en el procesamiento de la materia prima.