La administración de Taurina recupera el déficit motor y cognitivo en un modelo de ratón con Síndrome de Angelman
1. La administración de Taurina recupera el déficit motor y
cognitivo en un modelo de ratón con Síndrome de Angelman
La Taurina fue capaz de recuperar la capacidad motora, el aprendizaje y las
habilidades de memoria en un modelo de ratón con Síndrome de
Angelman, indicando que este compuesto podría ser una potencial terapia
para los déficits motores y cognitivos en pacientes con Síndrome de
Angelman.
El estudio "La administración de Taurina recupera los déficits motores y de
aprendizaje en un modelo de ratón con Síndrome de Angelman" se publicó
en el International Journal of Molecular Sciences el pasado mes de abril
2018.
Las personas con síndrome de Angelman tienen alteraciones en la
inhibición GABAérgica del sistema nervioso, un sistema relacionado con el
neurotransmisor principal responsable de inhibir los impulsos neuronales,
llamado GABA.
2. Las terapias que estimulan esta vía particular se encuentran entre las
formas más directas de tratar los rasgos epilépticos y neurológicos.
Los datos preclínicos indican que los defectos en la inhibición GABAérgica
contribuyen al síndrome de Angelman, lo que abre la posibilidad de utilizar
compuestos que contrarresten dichos defectos como potenciales terapias.
La Taurina, un aminoácido natural presente en la carne y en los productos
lácteos, existe libremente dentro de las células. Activa la vía GABA en el
cerebro y la médula espinal (llamada sistema nervioso central). Aunque
este compuesto tiene una amplia distribución en el cuerpo, es
particularmente importante para el correcto funcionamiento del corazón y
el sistema nervioso.
Varios estudios han sugerido que la Taurina desempeña un papel en la
protección y en el desarrollo de las células nerviosas. En consecuencia,
muchos estudios apoyan los posibles efectos beneficiosos del compuesto
en trastornos cerebrales, que incluyen la enfermedad de Alzheimer, la
esquizofrenia y los trastornos del neurodesarrollo, como el síndrome de X
frágil.
Basados en esta evidencia, científicos italianos investigaron si la Taurina
podría reducir de manera eficiente los síntomas en un modelo de ratón con
Síndrome de Angelman
3. Los ratones de 3 a 30 semanas de edad fueron tratados diariamente con
taurina mezclada en el agua potable, ya que datos anteriores mostraron
que el mejor período para rescatar los déficits de comportamiento en este
modelo de ratón es poco después del nacimiento.
El equilibrio, la coordinación motora, el comportamiento, el aprendizaje y
la memoria se midieron en ratones tratados versus no tratados a las 7, 14,
21 y 30 semanas después del nacimiento. Marcadores bioquímicos en el
cerebro también fueron evaluados.
La administración de Taurina recuperó significativamente la coordinación
motora en ratones Angelman a niveles más cercanos a los de ratones sanos,
desde la semana siete hasta el final del tratamiento.
También se observaron mejoras parciales, principalmente en las hembras,
para la actividad locomotora, la ansiedad y el comportamiento de
exploración.
La misma tendencia se observó para las capacidades de aprendizaje y
memoria, que se elevaron hacia las de animales sanos, particularmente en
etapas posteriores del período de tratamiento.
Las pruebas bioquímicas mostraron que los niveles de moléculas de
señalización cerebral, que generalmente son anormalmente altas en el
síndrome de Angelman, se restablecieron a la normalidad al final del
tratamiento. El tratamiento aumentó los niveles de Taurina en sangre entre
cuatro y seis veces, pero no afectó los niveles de taurina en el cerebro.
Es importante destacar que, aunque la Taurina ejerció un efecto sobre las
capacidades motoras y cognitivas en ratones con Síndrome de Angelman,
no alteró esas habilidades en ratones sanos, y el tratamiento prolongado
no reveló ninguna toxicidad. Estos datos respaldan una mayor investigación
de la taurina como potencial terapia para el síndrome de Angelman,
concluyeron los investigadores.