El desarrollo psicoemocional de los gais

El desarrollo
psicoemocional de los gais

Gabriel J. Martín – Psicología del hombre homosexual – www.gabrieljmartin.com

El desarrollo psicoemocional de los gais guarda muchas relación con
la asunción de la identidad de uno mismo como persona
homosexual.
Esto se debe a que no resulta sencillo asumir que, algo tan nuclear
como la propia afectividad, es injusta e ignorantemente criticado
por sectores de la sociedad en la que el gay está creciendo.
No se trata, por tanto, solamente de conocer lo que uno es sino de
asumir que “eso que uno es” sufre discriminación y puede llegar a
ser incluso objetivo de la violencia.
Asumir este hecho supone –sin dudas- toda una serie de exigencias
de gestión emocional que diferencia el desarrollo psicoemocional de
una persona homosexual del de una persona que no es homosexual.


El desarrollo de la identidad como persona homosexual
atraviesa una serie de etapas

Éstas son las mismas para todos los gais. La diferencia
entre unos y otros está en:
• la edad a las que atraviesan estas etapas
• si llegan o no a la aceptación propia final
• la magnitud y consecuencias de las crisis que viven al
atravesarlas
• el tamaño y/o significatividad del sector que critica la
homosexualidad


Son varios los modelos con los que
contamos sobre el desarrollo de la
identidad homosexual, veremos
tres de ellos y sus diferentes
etapas.


Modelos de desarrollo
psicoemocional de los gais


El modelo
Confusión
de Cass
Comparación (1979)
Tolerancia
Aceptación
Orgullo
Síntesis del hombre homosexual – www.gabrieljmartin.com
Gabriel J. Martín – Psicología

Confusión…
…comienzas a ser consciente de que podrías ser gay, de
que te atraen los hombres y no las mujeres. A menudo la
primera reacción es la de negar tal posibilidad o
rechazarla si bien hay algunos que la asumen y aceptan
desde el primer momento (no suelen ser la mayoría). Se
habla de “experimentar” o de que “estaba borracho
cuando eso ocurrió” al hablar de sus inicios sexuales y es
frecuente disociar sexo de afecto (“vale que me parece
atractivo, ¡pero no estoy enamorado de él!”).


Comparación…
…aceptas la posibilidad de que “tal vez” seas gay y lo que ello
supondría en el caso de que fuese cierto. Por un lado vives un duelo
a causa de las pérdidas que ello te supone: hasta hace unos años
era complicado que pudieses casarte y tener hijos, así que vivías la
pérdida de “tu propia familia”. También sabes que vas a perder
cierto grado de apacibilidad en tu vida así como la sensación de
“normalidad” para siempre.
A veces, en respuesta a esta sensación de pérdida, se intenta
remendar la situación compartimentando la identidad (“no soy
gay, sólo estoy enamorado de este hombre en concreto, los demás
no me dicen nada”) o se concibe como algo temporal, algo que sólo
será una fase. Es un momento en que se necesita mucha
información sobre la vida homosexual.


Tolerancia…
…admites que puedes ser gay y que no eres el único. Se
intenta reducir la sensación de aislamiento buscando amigos
gais. A menudo se pierden los amigos “de toda la vida” o
pasan a un segundo plano porque necesitas “iguales” con los
que poder socializar y, a través de ellos, conocerte a ti
mismo. La búsqueda de referentes en la “cultura gay”
favorece que se realicen muchos comportamientos
estereotipados. Es normal comenzar a externalizar la
vergüenza causada por la homofobia interiorizada


Identidad…
…asumes lo que eres y luchas por intentar acomodar la
opinión pública con tu opinión privada de ti mismo. Es un
momento en el que, pasados los enredos mentales anteriores,
se aprecia las consecuencias que, sobre tu autoestima y tu
autoconcepto, ha tenido todo lo que has vivido. Te sientes
más cómodo siendo visto en compañía de otros gais de lo que
te sentías antes.


Orgullo…
…sales del armario, a menudo presionado porque “debes
permitir que los demás sepan quién eres”. Te sumerges en la
cultura gay y vives el mundo como una separación entre
“nosotros los gais” y “ellos, los heteros”. Suele aparecer la
necesidad de adquirir herramientas para afrontar la rabia, la
necesidad de situarte en una posición de vulnerabilidad al
“confesar” que eres gay, la sensación de estar a la defensiva.


Síntesis…
…te haces consciente de que la orientación sexual es
solamente una faceta más de tu vida y no en el eje de tu
identidad. Relativizas su efecto y te das cuenta de que no
hay nada que te diferencie de un hombre heterosexual.
Es difícil llegar a esta etapa si no se resuelven (y atraviesan)
las anteriores porque ellas son las que suponen el trabajo
para reafirmarte.


El modelo de 3
etapas de Soriano
Rubio (1996)


Es un proceso que gravita en torno a definirse como homosexual y
a las consecuencias que ello tendría en la vida de la persona

Soriano Rubio, S. (1996) Proceso de desarrollo de la identidad homosexual,
tesis doctoral. Salamanca.


El modelo de 3 etapas de Soriano Rubio (1996)
1ª etapa: antes de la definición
Comienzas a asumir y aceptar tus emociones aunque aún no te planteas el
hecho de ser homosexual. Dentro de esta primera etapa encontramos otras
dos subetapas o fases: sensibilización y conciencia.
La fase de sensibilización suele estar caracterizada por la
sensación de sentirte diferente y el reconocimiento de deseos
sexuales hacia el propio sexo. Tras esta primera fase llega la
de conciencia. En este momento reconoces el objeto de
deseo, te gustan las personas de tu mismo sexo y admitirlo
provoca un ligero alivio frente a la extraña confusión anterior.
Se producen algunas reacciones como la búsqueda inmediata
de justificaciones que indiquen que se trata de algo
En esta fase, por tanto, evitas definirte como y pasajero o de que
accidental gay a pesar una confusión
admites que te sientes atraído por otros hombres (“me gustan los
hombres, pero no soy gay”). De modo excepcional, hay personas que
no tienen este problema y se identifican enseguida con la
“etiqueta”.

2ª etapa: autodefinición
Empieza a plantearte la posibilidad de ser homosexual. Decirte a ti mismo
«soy homosexual» es el punto clave y el más difícil del proceso. Las fases
principales son:
Necesidad de definirse: reconoces que quizá podrías ser homosexual aunque aún
necesitas clarificarlo. Empiezas a cambiar la percepción que tienes de la etiqueta
homosexual y la carga negativa se pone en las implicaciones sociales de ser
homosexual, no en el hecho de serlo.
Tras ésta, llega un período de ambivalencia donde aún sigues dudando, “¿lo soy o
no lo soy?”. Para Soriano, “aunque en principio sólo es una cuestión
terminológica, supone admitir algo que socialmente tiene connotaciones
negativas y que personalmente, a veces durante largo tiempo, se ha estado
tratando de evitar”. Admitir la homosexualidad supone entonces admitir tus
deseos hacia otros hombres así como las implicaciones sociales negativas que eso
tiene.
La etapa final es la de las consecuencias de la definición: de forma más o menos
consciente analizas lo que significa el hecho de ser gay y cómo, el serlo, te ha
cambiado la vida. Para muchos, surge el fenómeno de la doble vida y, para no
pocos, la doble vida no se ve como un problema sino todo lo contrario: sueles
pensar que sólo ocultando tu sexualidad a los demás podrás evitar problemas.

3ª etapa: después de la definición
En esta etapa se acepta e integra lo que supone ser homosexual. Consta de
dos fases: Aceptación:
Reorganizas (les das otro orden) a las características que definen tu
autoconcepto. En este momento la homosexualidad se sitúa entre las primeras
características que te definen (esto es transitorio).
Empiezas a considerar la homosexualidad como un elemento que contribuye al
desarrollo de tu identidad y tu autoestima.
Analizas cómo has vivido y cómo vives tu homosexualidad.
Se critican las actitudes sociales y surge la conciencia de que existe una división
entre heterosexuales y homosexuales.
Aparece la necesidad de salir del armario
Integración:
Empiezas a considerar la homosexualidad una característica más de tu
personalidad,: ya no es la principal como en la fase anterior
Cambia la posición sobre el tema: te vuelves menos crítico contra la sociedad y
más crítico con el entorno homosexual.

El modelo clínico de Alan
Downs (2005)
“The Velvet Rage”, 2006


Modelo que gira en torno al afrontamiento de las emociones que se
despiertan al tener que encarar situaciones muy estresógenas desde
edades muy tempranas

1.Sobrepasados por la vergüenza
2.Compensando la vergüenza
3.Cultivando la autenticidad


1. Sobrepasados por la vergüenza
• Rechazo de la propia sexualidad
• Uso de escapismos
Conduce a una crisis de identidad que se resuelve
• bien mediante la cancelación (doble vida),
• bien mediante la admisión (paso a la 2ª etapa)


2. Compensando la vergüenza
• Nos mostramos como gays, pero desarrollamos una “fachada” de
seres especiales a la que destinamos muchos recursos personales.
• Salir de esta etapa supone la vivencia de una “noche oscura del
alma” para el hombre gay.
• Debe aprenderse a relativizar los propios errores y a aceptarse a
uno mismo con sus luces y sus sombras.
• Aquí es donde aparece la crisis de significado y, resolverla, supone
ser capaz de encontrar la autenticidad de lo que uno es y encontrar
la validación sólo en nosotros mismos.


3. Cultivando la autenticidad
• Se hace necesario deconstruir todas aquellas pautas que hemos desarrollado
para afrontar la vergüenza: sobrecompensación y evitación.
• El momento de los “grandes cambios en la vida”
• La otra forma de manera de solucionar esta etapa es con “resolución”
• Aprendiendo a tolerar el estrés y la vergüenza por los propios errores.
Empezando a autoaceptarse y a eliminar la vergüenza tóxica
• Comienza a sanar el trauma sentimental
• Revisamos todos los modelos de masculinidad que existen
• Aprendemos qué significa ser gay en un mundo predominantemente
heterosexual y a desarrollar una identidad plenamente integrada.


Todos los modelos coinciden en 3 etapas:
2. Negación, vergüenza.
3. Elaboración del concepto de homosexualidad y de la identidad
como persona homosexual tanto a nivel cognitivo como social,
así como a nivel conductual y como –muy especialmente- a
nivel emocional con todas las crisis que ello puede llegar a
suponer.
4. Integración, asunción, aceptación.


¿Qué te encontrarás
en un paciente gay
que no encontrarás
tan a menudo en un
paciente
heterosexual?

Homofobia interiorizada
y
Gestión emocional
inadecuada


Homofobia interiorizada…
…entramado de representaciones mentales (que incluye desde creencias nucleares
hasta distorsiones cognitivas) presente en una persona homosexual, según el cual la
homosexualidad se valora sistemáticamente en inferioridad respecto de la
heterosexualidad. La homofobia interiorizada se manifiesta en sentimientos de
vergüenza y culpa así como en una respuesta de ansiedad ante situaciones en las
que la persona deba manifestar directa o indirectamente su homosexualidad. Para
sortear esta ansiedad, la persona homosexual tenderá a evitar estas situaciones
incluso con perjuicio de posibles relaciones sociales y/o sentimentales. La
homofobia interiorizada cursa paralela a una baja autoestima y a un autoconcepto
desorganizado, existiendo probablemente una relación causal biunívoca entre
homofobia interiorizada y autoestima (y autoconcepto). En relación a los juicios
sociales, la homofobia interiorizada suele traducirse en pensamientos de tipo “todo
o nada” acerca de los demás homosexuales, pensamientos que acostumbran a
basarse en prejuicios que el propio homosexual no ha conseguido
contraargumentar. Esta última característica suele ser uno de los principales
impedimentos para que la persona homosexual elabore una adecuada red social
con otros homosexuales”. (Martín-Martín, 2012. “Homofobia interiorizada”. Gay
Barcelona nº 90, pp 10-11 ).


La homofobia interiorizada, como cabía esperar es fruto de la homofobia del
ambiente que rodea a las personas homosexuales. A causa de una mala
interpretación de los textos sagrados de las religiones monoteístas que
provienen de oriente próximo (judaísmo, cristianismo e islamismo), se ha
generalizado el rechazo hacia las personas homosexuales. El grado y la
extensión de este rechazo ha cambiado a lo largo de la historia siendo mucho
mayores en el pasado que en la actualidad, a pesar de que siguen existiendo
integristas.

Obviamente estos integristas no solamente son homófobos. A la vez suelen ser
xenófobos, misóginos, racistas… se trata de individuos y/u organizaciones que
basan su razón de ser en la discriminación y el odio hacia todo el que no entre
en lo que ellos consideran “pueblo elegido”.


(la enorme estupidez de los integristas)
Fragmento de una carta de un oyente inteligente a una
locutora integrista que afirmó que “la homosexualidad
es una abominación porque lo dice así el Levítico 20:13
”.
- Me gustaría vender a mi hermana como esclava, tal y como indica el Éxodo,
21:7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio piensa que sería el más
adecuado?

- Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté
en su período de impureza menstrual (Levítico 5:19-24). ¿Cómo puedo saber si
lo están o no? He intentado preguntarlo, pero muchas se ofenden.

- La mayoría de mis amigos (varones) llevan el pelo bien cortado y cuidado,
incluso en la zona de las sienes, a pesar de que esto está expresamente
prohibido por el levítico, 19:27. ¿Cómo han de morir?

- Sé gracias al Levítico, 11:6-8, que tocar la piel de un cerdo muerto me
convierte en impuro. ¿Puedo seguir jugando al básquet si me pongo guantes?

Gestión emocional
inadecuada


Gestión emocional
inadecuada
Hay una explicación detallada sobre este
diagrama en mi artículo “¡Estoy atacao!”
(Revista Gay Barcelona, 91, abril 2012) y
en mi web en el apartado “¡Estoy en
crisis!”.
No obstante diré que…


Gestión emocional inadecuada
Existen tres formas de afrontar los
problemas:
2)evitarlos, el “no-afrontamiento” es un
tipo de afrontamiento
3) afrontar el problema “cogiendo el toro
por los cuernos”, buscando soluciones y
4) afrontando las emociones que el
problema te provoca.

Gestión emocional
inadecuada
Pero…
…la primera alternativa no lleva muy lejos,
la segunda se dificulta porque muchos gais
sufrimos o hemos sufrido “indefensión
aprendida”…


Indefensión aprendida es la sensación de
que uno está indefenso ante la vida,
que no tiene control sobre nada de lo
que ocurre y que, por tanto, nada de lo
que haga servirá para solucionar los
problemas que le acechan.
Así pues, ¿para qué intentarlo si uno está
convencido de que no podrá arreglar
nada?

Así, la única vía que concibes como eficaz es la
de afrontar las emociones que el problema te
provoca. Aquí tienes dos posibilidades:
b)Una serie de técnicas muy eficaces y sin
efectos colaterales pero que no son de
resultado inmediato.
c) Una serie de herramientas muy eficaces, de
resultado inmediato pero con consecuencias a
medio/largo plazo.



La mayoría de las personas (también los
heterosexuales) eligen la vía inmediata:
tabaco, alcohol, drogas, sexo, compras,
etc.


Pero suelen aparecer consecuencias más
tarde o más temprano: problemas
económicos, diagnóstico de ITS,
afectación de la salud, etc. Al final, la
estrategia que empleas para reducir tu
ansiedad te genera problemas y estos
problemas te provocan ansiedad.
Acabas de entrar en un proceso
circular, en una “adicción de proceso”

Salir de esta “adicción de proceso” requiere un
serio compromiso con el cambio terapéutico.
Solemos trabajar desde:
c)Devolver la sensación de control a la persona y el
afrontamiento de problemas
d) El entrenamiento en estrategias de control
emocional eficaces y no perjudiciales
e) La reducción/supresión de las estrategias
perjudiciales

Cualquier pregunta:
consulta@gabrieljmartin.com


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