La tasa de capitalización mide la relación entre los ingresos netos de una inversión y su precio de compra, y representa el porcentaje de intereses que se agregan al capital cedido como remuneración por un tiempo determinado. La capitalización compuesta ocurre cuando los intereses generados en cada periodo se añaden al capital para producir nuevos intereses, mientras que en la simple los intereses no se agregan al capital entre períodos. La tasa efectiva calcula la tasa para un período específico que puede incluir subperíodos.