Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
La importancia de la precisión en los textos médicos y farmacéuticos
1. COMUNICACIÓN
Indicaciones y para qué se utiliza
La precisión es una característica más que
recomendable en cualquier tipo de tex-
tos, sin duda, y si no, que se lo pregun-
ten a aquel directivo que dijo que quería
“un informe de evolución” de los distin-
tos departamentos de la empresa a cada
responsable de estos y, al respecto de su
volumen, señaló únicamente que “no fue-
ra demasiado extenso”. Ni que decir tie-
ne que todo lo que imagine el lector fue
posible: desde un solo párrafo hasta doce
páginas, pasando por todas las demás po-
sibilidades, porque ¿qué son doce páginas
comparadas con trescientas…?
Sin embargo, la precisión lingüística al-
canza su grado máximo de necesidad en
el caso del lenguaje científico, en concre-
to, en el médico y el farmacéutico. En estas
jergas, el español es una lengua minoritaria
y dependiente. ¿Hace cuánto que nues-
tro idioma no “produce” ningún vocablo
científico nuevo? Somos importadores por
excelencia: estresante (de estrés, término
lexicalizado de stress); sida (lo mismo, de-
rivado de las siglas del “síndrome de inmu-
nodeficiencia adquirida”, que a su vez es la
traducción del AIDS), etc.
Así como en el lenguaje literario entrete-
nerse durante líneas y más líneas en una de-
talladísima descripción de un paisaje puede
resultar hasta conmovedor, en el caso del
lenguaje médico y el farmacéutico, no debe
perderse de vista que, como todo lenguaje
científico, no persiguen objetivos de entre-
tenimiento –como puede ser el caso de la
literatura–, sino de información, didácticos
y comunicativos. Por tanto, además de la
obvia veracidad de la información, frente a
la ficción de los textos destinados al ocio y
el entretenimiento, en los textos médicos y
farmacéuticos, la precisión y la claridad re-
sultan, y nunca mejor dicho, vitales.
Si, además de la precisión, es posible
aplicar la concisión, mejor que mejor. Ya lo
dice el dicho: “Lo bueno, si breve, dos ve-
ces bueno”.
Posología
Es quizá el apartado más delicado de la
traducción de cualquier prospecto. En ello
nos puede ir la vida.
Los laboratorios deberían asegurarse por
todos los medios disponibles a su alcance
de la calidad de las traducciones a todos los
idiomas. Hace unos años, un farmacéutico
comunitario gallego1
comprobó que algu-
nos pacientes estaban tomando mal (en un
momento del día equivocado) un medica-
mento que contenía como principio activo
glibenclamida. Consultados dichos pacien-
tes acerca del motivo por el que tomaban
así el medicamento, casi todos dijeron que
“lo ponía en el prospecto” y los demás, que
“así se lo había prescrito su médico”.
Al acudir al Catálogo de especialidades
farmacéuticas encontramos que en las nor-
mas para su correcta administración se indi-
ca lo siguiente: “Se tomará el medicamento
unos veinte minutos antes del desayuno”.
Sin embargo, en el prospecto pone: “Se to-
mará el medicamento veinte minutos antes
de la comida principal del día”, por lo que
los pacientes, españoles todos, lo toman
antes de la comida del mediodía. Y ello
porque, en España, la comida principal del
día es la del mediodía, pero en los países
anglosajones es el desayuno... Es decir, se
trata de un error de traducción o interpre-
tación del texto del prospecto del medica-
mento.
Efectos secundarios de la imprecisión
¿Qué significa imprecisión? Significa que
existe el riesgo de que lo que el autor ha
querido decir y lo que el lector puede in-
terpretar no coincidan porque el término
escogido admite más de una interpreta-
ción (“una cucharada de jarabe” puede
variar, y considerablemente, la dosis en
La correcta utilización del lenguaje, siempre recomendable, cobra
especial importancia cuando de textos medico-farmacéuticos
se trata. En este artículo, se muestran las razones y algunos de los
problemas que se pueden encontrar en este tipo de escritos.
Georgina Salgado Altieri
Gerente de Caja Alta Edición & Comunicación
La importancia de la precisión en los textos
médicos y farmacéuticos
24 MAYO/JULIO13 Farmespaña
2. Farmespaña MAYO/JULIO13 25
función de la cuchara –o cucharilla– esco-
gida). Y obviamente estamos en un terre-
no más que delicado. Robert Day, uno de
los más destacados especialistas en textos
médicos y farmacéuticos, afirma “Good
scientific writing is not a matter of life and
death; it is much more serious than that”
(“Escribir bien un trabajo científico no es
cuestión de vida o muerte; es algo mucho
más serio”).
Por ello, a la hora de redactar o traducir
textos médicos y farmacéuticos, los criterios
citados anteriormente deben ser de riguro-
sa aplicación y no hay que saltarse ninguna
de las dosis. Lo bueno es que, en el caso
de los textos, siempre tendremos la opción
de revisarlos antes de lanzarlos al mercado,
y no solo una vez, sino cuantas podamos
antes de la temida fecha de entrega. En el
caso de la ingesta de medicamentos, saltar-
se una dosis o tomar la cantidad equivoca-
da puede tener trágicas consecuencias. De
ahí que haya acuerdo unánime en cuanto a
que la trascendencia de una buena traduc-
ción en este terreno resulta crucial.
Sin duda, no es lo mismo un lapsus con
el teclado, y poner 15 ml en vez de 1,5 ml
(si una coma puede cambiar el sentido de
una frase, no digamos el cambio que pue-
de provocar en estos contextos), que una
traducción incorrecta o inadecuada, pero
en ambos casos existen riesgos. Así por
ejemplo, es frecuente comprobar que se
emplea el término “seguro” como traduc-
ción del término inglés sure, si bien este
puede estar aludiendo a la infalibilidad.
De modo que cuando lee-
mos que “La píldora anti-
conceptiva es uno de los
métodos anticonceptivos
más seguros que existen”,
comprobamos que lo ade-
cuado, lo preciso, habría
sido emplear “fiable” en
lugar de “seguro”, ya que
a la luz de la cantidad de
efectos secundarios que
este método anticoncepti-
vo posee, “seguro” (para la
salud) no es precisamente
la traducción más precisa,
valga la redundancia.
Este tipo de errores de-
rivan, en muchos casos, de
los denominados “falsos
amigos”, esto es, aquellas
palabras en otros idio-
mas que se parecen, en la
escritura o en la pronun-
ciación, a una palabra en la lengua mater-
na del hablante, pero que tienen un sig-
nificado diferente, y que los tenemos en
casi todos los idiomas. Así por ejemplo,
es posible localizar traducciones del inglés
al español en las que se ha traducido el
término cocoa por coco (coconut), en lu-
gar de por cacao; gripe no significa gripe
(influenza), sino cólico o retortijón; preser-
vative no significa preservativo (condom),
sino conservante; en el caso del francés,
también tenemos casos como el de cons-
tipé, que a pesar de lo que pueda parecer
a primera vista… no significa constipado
(enrhumé), sino estreñido; en el caso del
alemán, Dose no significa dosis (que en
alemán también es Dosis), sino caja, lata
o bote, y en la palabra Hypertonie no es
hipertonía (tono muscular exagerado cuya
traducción correcta es hypertonus o mus-
kelhypertonie), sino hipertensión (tensión
excesivamente alta de la sangre). La dife-
rencia es abismal. Son algunos casos cuya
incorrecta interpretación y traducción po-
dría tener efectos devastadores pero hay
más.
Del mismo modo, ha de cuidarse espe-
cialmente la correcta localización de los tex-
tos. Craso error emplear, para un prospecto
de un medicamento que se va a comercia-
lizar en Latinoamérica, el término “gotero”,
pues si bien en España lo entendemos
como el “sistema empleado para la infu-
sión intravenosa”, en Latinoamérica se trata
de un cuentagotas (como los empleados en
los colirios). Y claro, no es lo mismo…
Interacción con otros términos o
acepciones
En el lenguaje médico y el farmacéutico
resulta más que frecuente el uso (y hasta
abuso) de acrónimos –siglas que se pro-
nuncian como una palabra–, lo cual tam-
poco está exento de delicadeza. Veamos
un ejemplo: el caso del acrónimo CVI, que
posee diferentes acepciones tanto en in-
glés como en alemán:
cerebrovascular insufficiency = insuficiencia cerebrovascular
zerebrovaskulärer Insult = accidente cerebrovascular
cardiovascular insufficiency = insuficiencia cardiovascular
chronisch venöse Insuffizienz = insuficiencia venosa crónica
En la mayoría de las ocasiones, será el
contexto el que nos diga a cuál de las po-
sibles acepciones está haciendo alusión el
acrónimo empleado, pero, aun así, no se
eliminará la posibilidad de error.
Resulta frecuente también encontrarse,
en la prensa general, confusiones de térmi-
nos, entre las enfermedades infecciosas, los
microbios causales y los vectores de trans-
misión. Así, en la edición de una portada
del diario El Mundo2
apareció en cierta oca-
sión el siguiente titular:
“Eurocopa: La selección deberá vacunar-
se contra la garrapata que invade Suiza y
Austria en verano”.
De siempre es sabido que las vacunas per-
siguen proteger de enfermedades, y no de
los vectores que las transmiten… (en este
caso, la garrapata). Decir esto equivale a decir
que nos podemos vacunar contra la mayone-
sa… en lugar de contra la salmonelosis…
Observaciones finales
En los textos médicos y farmacéuticos,
además de los avances logrados con el
paso de la escritura a mano a la escritura a
través de soporte digital (quién no conoce
algún chiste relacionado con los garabatos
que podíamos encontrar hace años en in-
formes o recetas médicas), hemos de se-
guir avanzando y mejorando.
No se trata únicamente de tratar de escri-
bir (bien directamente, bien fruto de la tra-
ducción) frases legibles, más o menos libres
de erratas y errores ortográficos o gramati-
cales, y que grosso modo se entiendan en
una primera lectura, sino que resulta crucial
que los textos, además de veraces, gocen
de la máxima precisión y concisión posibles.
Referencias
1. e-farmacéutico COMUNITARIO, Vol. 2 (2), 2007.
2. http://estaticos.elmundo.es/papel/2008/04/09/Library/
portada.pdf