Las 3 principales causas de la ansiedad son: 1) Factores biológicos, familiares y ambientales que predisponen al desarrollo de trastornos de ansiedad. 2) Momentos de cambio y estrés como el inicio de la guardería, la escuela primaria, y la transición a la escuela secundaria que pueden desencadenar ansiedad si el niño no se adapta adecuadamente. 3) Factores familiares como problemas psicológicos, divorcios, o tensiones en los padres que pueden influir en los n

1. ¿Cuáles son las causas de la
ansiedad?
Capítulo
Introducción
Factores familiares
Factores ambientales
Momentos clave según la etapa de crecimiento
Consecuencias de la ansiedad
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2. ¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
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Introducción
En los trastornos de ansiedad interactúan factores biológicos, familiares
y ambientales. Estos factores predisponen al niño a padecer trastornos de
ansiedad.
Cuando hablamos de factores biológicos estamos hablando de factores de
tipo genético: alteraciones en la anatomía cerebral, en la producción o con-
trol de neurotransmisores (desequilibrios químicos entre dos sustancias del
cerebro, la norepinefrina y la serotonina por ejemplo), trastornos del habla
debido al funcionamiento neurocognitivo, etc. Por lo que se recomienda
una evaluación médica completa para detectar dichos factores.
Una vez descartados los problemas físicos, nos centraremos en lo que
significa la ansiedad y cuáles podrían ser las causas.
La ansiedad es un síntoma, esto significa que es la consecuencia de otros
conflictos de fondo. Como si fuera una fiebre, tenemos que curarla buscan-
do el foco de infección, el origen. Existen por tanto conflictos psicológicos
subyacentes e inconscientes donde la angustia sería la señal de alarma ante
tensiones internas no resueltas. Poniendo un ejemplo, si fuéramos una má-
quina, la ansiedad sería una luz testigo que nos indica que hay algún pro-
blema en la maquinaria.
Es muy importante prestar atención no sólo a los síntomas presentes sino
también a los posibles conflictos, actuales o históricos, que estén influyendo
en la vida del niño.
Hay que tener en cuenta las características de su entorno, su ambiente
social, su personalidad, sus creencias, su estado emocional, sus sentimientos,
los conflictos familiares, el estilo educativo de los padres, acontecimientos
vitales, cambios generadores de estrés y las etapas por las que esté pasando
en función de su edad.
Factores familiares
Los niños no están aislados. Son seres sociales que, como si fueran es-
ponjas, absorben e imitan todo lo que ocurre a su alrededor. La familia es
un sistema integrado donde todo está conectado. Aun siendo demasiado
pequeños para expresarse y para entender lo que está ocurriendo, nuestros
hijos perciben las emociones a su alrededor.

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¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
Los niños toman como modelo a los adultos cercanos, aprenden de ellos
incluso lo que no queremos que aprendan. Perciben nuestro estado de áni-
mo, nuestro concepto de vida, la forma de tomarnos las cosas, nuestras
dificultades y preocupaciones, aunque queramos ocultárselas.
A veces la ansiedad del niño proviene de tensiones en el hogar, por lo que
los padres debemos considerar nuestras propias actitudes y conflictos que,
de forma inconsciente, pueden estar influyendo en el niño.
Algunos de los factores familiares pueden ser: preocupaciones económi-
cas o laborales, una mala época como pareja, tensiones familiares, un di-
vorcio, problemas con algún abuelo, que haya habido una depresión o una
enfermedad en casa...
Muchos de estos momentos son emocionalmente complicados, ya que los
padres podemos también estar desorientados y confusos.
Los factores familiares más habituales son:
Existencia de un problema psicológico (depresión, ansiedad…) o de
alguna enfermedad significativa en algún miembro de la familia u otras
personas cercanas.
Situación traumática no hablada o no superada en la familia (un acci-
dente, divorcio, alguna muerte…)
El estilo educativo. Por ejemplo, normas rígidas y exigencia exagerada
en casa, elevadas expectativas puestas en los hijos o tendencia a la so-
breprotección.
Conflictos familiares: discusiones frecuentes, mal momento económico-
laboral, una relación conflictiva entre hermanos, un periodo de preocu-
pación por los abuelos que están envejeciendo, etc.
Nuestra propia ansiedad ante algunos cambios. Por ejemplo, que nos
cueste ver crecer a nuestro hijo y nos angustiemos al dejarlo en la guarde-
ría, sostener y aguantar una difícil adolescencia, saber llevar los suspensos
y malas notas…
Es muy importante entender que esto no significa que los padres tengan
la culpa de la ansiedad de sus hijos, sino que los niños reflejan problemáti-
cas y situaciones que ocurren en la familia o en su entorno más cercano.
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4. ¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
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Factores ambientales
Otra causa de la ansiedad se origina como consecuencia de dificultades a
la hora de adaptarse a los cambios que se van produciendo en la vida del
niño. Los niños responden con estrés a los cambios repentinos e inesperados
del entorno y de su rutina.
El proceso madurativo del ser humano viene marcado por una serie de si-
tuaciones de cambios, crisis o “sucesos vitales”. Hablamos de circunstancias
que ocurren en la vida de una persona y que, desequilibran su existencia.
Algunas crisis vitales son naturales, son etapas de la vida (crecer, llegar a la
adolescencia…), mientras que otras son accidentales (sucesos, enfermeda-
des o fallecimiento de un ser querido…)
En estas crisis, el niño pone a prueba sus recursos personales y, una vez
superada, sale fortalecido, favoreciéndose así el proceso madurativo. Por
ejemplo, un niño se puede angustiar al comenzar a ir al colegio, pero con
el tiempo resultará beneficioso porque reforzará su autonomía, socializará
con otros niños y aprenderá a desenvolverse.
También es posible que si la resolución de la crisis no es adecuada el niño
se quede bloqueado, debilitándose sus capacidades adaptativas ante nuevas
situaciones de tensión y dando lugar a respuestas o conductas desproporcio-
nadas o inadecuadas. Esto significa que estará sobreestimando los peligros y
devaluando sus capacidades personales para enfrentarlos.
Esta ansiedad patológica es el resultado de los problemas a los que se en-
frenta el niño ante estos cambios y, sobre todo, de cómo los interioriza.
Acontecimientos generadores de estrés:
En niños:
Muerte cercana, de un familiar, amigo o mascota.
Separación o divorcio de los padres.
Cambio de entorno: de domicilio, de colegio, de barrio, de ciudad…
Ruptura con un amigo íntimo, discusión con los compañeros, o cambio
de grupo de amigos.
El paso del colegio al instituto.
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¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
Las épocas de exámenes.
Una enfermedad.
Otras situaciones traumáticas (accidentes,…)
En adolescentes:
Los cambios corporales propios de la adolescencia (en las chicas, la
aparición de la regla).
El paso del instituto a la Universidad.
Conclusión brusca de un noviazgo.
Vivir un tiempo en el extranjero (estancias de estudios o de idiomas,
vacaciones…)
Independizarse, el inicio de la vida laboral.
Todas las situaciones que acabamos de mencionar representan un cambio
importante en la vida del niño o del adolescente. Para todos los seres huma-
nos los cambios suponen la aparición de cierto grado de estrés ya que nos
tenemos que adaptar, sea un cambio positivo o no. La superación de estos
acontecimientos por parte del niño depende de las herramientas y recursos
que tenga, de su entorno y realidad.
Como hemos dicho, muchas veces la ansiedad es pasajera, los conflictos
se van solucionando, con el tiempo los niños se van adaptando a la nueva
situación, poniendo a prueba sus capacidades y reforzándose según van
madurando. Sin embargo, en otras ocasiones no se da esta adaptación, y se
puede producir un bloqueo. Los síntomas que observaremos serán conse-
cuencia del esfuerzo por combatir un estrés crónico.
Hay ciertas etapas y momentos clave en los que el estrés alcanza sus cotas
máximas, poniendo en riesgo la estabilidad del niño o adolescente. A conti-
nuación vamos a explicar brevemente estas crisis vitales según la edad.
Momentos clave según la etapa de crecimiento
Los procesos de socialización del niño en los diferentes ámbitos de su vida
(familia, escuela, amigos…) son diferentes según la etapa por la que esté
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pasando. Vamos a exponer lo más característico en cada edad, cuáles son
los momentos clave y cómo se manifiesta la ansiedad en cada etapa.
Antes de los 2 años
Esta primera etapa es el periodo que va desde el nacimiento hasta la ad-
quisición del lenguaje.
El bebé asimila el mundo a través de percepciones y movimientos. Al
principio todo lo relaciona con su propio cuerpo hasta que se inicia en el
lenguaje y el pensamiento y el niño se va situando poco a poco en un uni-
verso que todavía está construyendo.
Como se expresan a través de lo físico y lo sensorial, con el cuerpo y lo
motriz, suelen expresar los conflictos mediante enfermedades, alteraciones
del sueño y de la comida.
Lo que más puede afectarle en esta época es el inicio de la guardería, que
supone la primera separación, del hogar y de sus papás. También perciben
la intranquilidad de sus padres cuando hay conflictos familiares.
Manifestaciones de la ansiedad:
Dificultad para separarse de los adultos por temor a ser abandonado.
Oposición a ir a la guardería.
Angustia y necesidad de contacto físico prolongado.
Conductas regresivas, incontinencia, volver al chupeteo...
Inhibición en el juego.
Sentimientos de inseguridad, temores.
Trastornos de conducta en la guardería.
Agitación, hiperactividad.
Irritabilidad, rabietas, momentos de agresividad.
Trastornos de la alimentación, rechazo a la comida.
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¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
Problemas gastrointestinales. Vómitos, diarreas.
Trastornos del sueño, pesadillas.
Entre los 2 y 7 años
Con la aparición del lenguaje cambia completamente el aspecto afectivo
e intelectual. Es el inicio de la socialización y de la aparición del pensamien-
to propiamente dicho. Son característicos el juego simbólico, la intuición y
el egocentrismo. Hay que destacar que en esta época resulta clave el inicio
de la etapa escolar.
Cuanto más pequeño sea un niño, de menos mecanismos dispondrá para
elaborar mediante el lenguaje la angustia que pudiera tener. Por este mo-
tivo aparecen manifestaciones de ansiedad expresadas a través del cuerpo:
molestias abdominales, vómitos, dolores de cabeza…etc.
Manifestaciones de la ansiedad:
Comportamientos regresivos que ya habían superado: chuparse el
dedo, pérdida del control de esfínteres…
Temor a ir a la escuela, a quedar desprotegido, necesidad de contacto
con los padres.
Llanto o sollozos.
Introversión.
Se vuelve muy obediente, sumiso y con necesidad de agradar.
Agresividad y desobediencia, puede suceder lo contrario.
Manifiestan sus preocupaciones en las fantasías que crean por medio
del juego simbólico. Crean historias con muñecos, dibujan.
Tener amigos imaginarios.
Trastornos de la alimentación, rechazo a la comida.
Problemas gastrointestinales. Vómitos, diarreas.
Trastornos del sueño, pesadillas.
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Entre los 7 y 11 años
En esta edad, el niño empieza a sentar las bases de su personalidad, com-
prende y acepta las normas, y establece amigos en el colegio. Es capaz de
colaborar con los otros. El lenguaje egocéntrico propio de la primera infan-
cia desaparece.
Crea mundos imaginarios a través del juego, su fantasía es una manera de
escapar y a la vez de encauzar sus sentimientos sin hacerse daño. Es capaz
ya de regular su vida afectiva.
A partir de esta edad el niño comienza a comprender que hay otros pun-
tos de vista, aparecen nuevos sentimientos morales y la solidaridad. Entabla
relaciones de amistad y desarrolla habilidades sociales.
Su angustia suele estar relacionada con miedos irreales fantasiosos, y co-
bra especial importancia su rendimiento académico y deportivo.
Manifestaciones de ansiedad:
Bajada del rendimiento escolar.
Problemas para relacionarse con los amigos.
Mal humor, aislamiento y soledad.
Falta de concentración.
Inseguridad.
Tristeza, aunque a veces lo nieguen.
Agresividad, manifiestan su confusión y tristeza por medio del enfado
y del reproche.
Entre 12 y 14 años
La pubertad supone un comienzo de cambios corporales, el despertar de
la sexualidad, cambios de intereses y cambio escolar.
El grupo de amigos adquiere mucha importancia, se hacen nuevas amista-
des y necesita estar con sus iguales para empezar a salir al mundo. La familia
y la casa comienzan a estar en un segundo plano.
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¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
A partir de los doce años tiene facilidad para elaborar teorías abstractas y
surge la reflexión libre. Esta etapa se centra en el desarrollo de la identidad:
percepciones nuevas de sí mismo, necesidad de ocupar un lugar en el mun-
do y en el grupo. La pregunta que se hacen es ¿quién soy?
El acontecimiento generador de estrés suele ser el paso del colegio al
instituto, que supone cambios académicos y de amigos. Representa crecer y
dejar atrás la etapa de la infancia.
Manifestaciones de ansiedad:
Complejos físicos. Al adquirir más importancia el tema del cuerpo su
malestar tiende a enfocarse en su físico. Ya no encuentran su antiguo cuer-
po infantil y aún no reconocen su nuevo cuerpo en desarrollo.
Disminución de la autoestima, debido a la inseguridad de todos los
cambios personales.
Temores en relación a su grupo de amigos, por la importancia que estos
tienen y su necesidad de ser aceptados.
Se vuelven herméticos, no comparten ni cómo se sienten ni qué pien-
san.
Suelen volverse callejeros, salen mucho para evadirse.
Entre 15 y 18 años
La adolescencia es una etapa en la evolución de la personalidad de espe-
cial significación, de grandes cambios y de confusión, de fuertes movimien-
tos internos, de búsqueda de identificaciones.
Su importancia se debe a que representa el tránsito de la etapa infantil
a la adulta. Es un pasaje difícil, laborioso y conflictivo con uno mismo y,
como consecuencia, con los demás.
En este periodo de cambios corporales, autoafirmación de la personali-
dad, descubrimiento del yo, aparición del espíritu crítico, rebeldía, descubri-
miento del otro sexo, notable emotividad, búsqueda de nuevas experiencias
y nuevos planteamientos.
El adolescente se encuentra en una situación de búsqueda de nuevas po-
sibilidades y vínculos y, en definitiva, de su identidad. Al dejar atrás los
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10. ¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
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valores de la infancia necesitan encontrar otros nuevos que resulten más
acordes con los cambios que están experimentando.
Los cambios generadores de estrés en esta época son el final de la ense-
ñanza secundaria y, en su caso, del bachiller, los cambios corporales y los
cambios sociales. Prepararse para un futuro laboral, pasar por las pruebas
selectivas o ponerse a trabajar suponen un gran motivo de angustia para los
jóvenes, que sienten que deben comenzar a decidir por sí mismos, a tomar
las riendas de su vida, a madurar y a dejar de ser niños. Estas situaciones ge-
neran un conflicto entre los deseos de independencia y libertad y el miedo
de hacerlo mal o de sentirse solos.
Manifestaciones de ansiedad:
Inseguridad, perfeccionismo, con gran necesidad de recibir la aproba-
ción de los demás.
Baja autoestima y poca confianza en sí mismos, complejos de inferiori-
dad, por defectos reales o imaginarios.
Introversión, retraimiento, reducción de las actividades.
Vivir un constante conflicto sin resolver.
Agresividad, irritabilidad, rebeldía ante los padres.
Madurez forzada. Aparentan ser más maduros de lo que son realmen-
te, para ocultar sus carencias.
Confusión, ausencia de proyectos o de puntos de referencia.
Papeles diferentes en distintos contextos (puede comportarse como un
ogro en casa y encantador fuera de ella).
Aislarse, distanciarse, debido a su propia lucha por lograr la indepen-
dencia.
Sentimientos depresivos. Desmotivación. Pesimismo sin fundamento.
Reacciones desproporcionadas ante el estrés, problemas de adaptación,
incapacidad para superar situaciones que normalmente se acaban supe-
rando.
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