2. EL DESAFÍO DE DRUCKER
Peter Drucker ha sostenido en forma reiterada
que así como la empresa tradicional que
predominó durante gran parte del siglo XX se
levantó a partir de la resolución del problema
de la productividad del trabajo manual, la
empresa del futuro, la empresa del siglo XXI,
sólo se construirá cuando seamos capaces de
resolver el problema de la productividad del
trabajo no manual.
3. Mientras esto no suceda será inevitable que
tengamos la sensación de estar dando "palos
de ciego" en nuestros esfuerzos de
transformación. Sin embargo, una vez que
resolvamos este problema será también
inevitable sentir que las aguas del Mar Rojo
comienzan a abrirse y que podemos ahora
cruzar hacia la otra ribera donde construiremos
la nueva empresa del futuro. Según Drucker,
quien resuelva el problema de la productividad
del trabajo no manual tendrá en sus manos las
llaves para incursionar con éxito en ese futuro.
4. AL MENOS DOS PROBLEMAS
Resolver el problema de la productividad del
trabajo no manual, no es, según el mismo
Drucker, una tarea fácil.Existen al menos dos
dificultades que interfieren en los intentos de
resolverlo:
La primera dificultad guarda relación con el
hecho de que, en el caso del trabajono manual,
la tarea a ser ejecutada no es obvia. Esto no
acontecía en el caso del tra- bajador manual.
Cuando abordábamos, por ejemplo, el problema
de la productividadde un obrero de la industria
automotriz, teníamos claro lo que éste tenía que
producir.Sabíamos que el automóvil requería un
carburador, un chasis, etc., y que estas eran
piezas que el obrero tenía necesariamente que
5. El problema consistía en-tonces en diseñar la
manera más eficiente de producir esas piezas.
Pero cuando examinamos el trabajo no manual,
estamos obligados a reconocer que la
necesidad de la tarea deja de ser algo obvio.
Drucker traza una interesante distinción entre lo
que llama
"doing the right thing" ("hacer lo correcto") y
"doing things right" ("hacer las cosas
correctamente"). Pues bien, según el mismo
Drucker,son muy frecuentes los casos, en la
empresa de hoy, de gente que
haceexcelentemente lo que, en rigor, resulta
completamente innecesario.
6. Este problema normalmente no llega a ser
detectado porque lo que los sistemas de
evaluación determinan es cómo está ejecutada
una tarea, pero no se evalúa si ésta es
necesaria.
7. ACKOFF NOS SEÑALA QUE LA DISTINCIÓN
HECHA POR DRUCKER ES EQUIVALENTEA LA
DISTINCIÓN ENTRE EFICIENCIA.
La efectividad, nos señala Ackoff, toma en
consideración las acciones emprendidas(no se
refiere necesariamente al valor económico) y
nos señala que es preferible hacer mal lo
necesario, a hacer bien lo innecesario. De lo
primero, cabe la posibilidad de aprender y
corregir, mientras que de lo segundo suele
resultar que se refuerza un comportamiento
equivocado.
8. . El segundo problema está en relación con el
carácter del trabajo no manual. A diferencia del
trabajo manual que, sustentado en la destreza
física, permitía su desagregación en movimientos y
tiempos, el trabajo no manual, nos dice Drucker, se
sustenta en el conocimiento. El trabajador no
manual es un trabajador de conocimiento y ello
hace mucho más compleja la solución del problema
de su productividad. No sabemos cómo incrementar
la productividad del trabajador de conocimiento y
no sabemos tam- poco cómo gestionar el
conocimiento
9. Esos son los términos del problema, tal como los
plantea Drucker.Consideramos que ha sido
planteado simple, clara, magistralmente. Como se
apreciará más adelante, vamos a permitirnos
cuestionar algunos de sus términos. Pero antes de
hacerlo, es justo celebrar la lucidez del
planteamiento de Drucker. Uno de sus méritos
principales ha sido desplazar el debate sobre la
transformación del impacto de los factores externos
sobre la empresa al impacto que revisten las
transformaciones que han ocurrido en su interior.
Otro gran mérito ha sido colocar el carácter del
trabajo en el centro del debate y plantearnos que la
empresa emergente del siglo xx deberá adecuarse a
la forma como resolvamos, nuevamente y como ya
lo hiciera Taylor a comienzos del siglo XX, el
problema de la productividad del trabajo
10. A continuación tomaremos el problema tal como
ha sido presentado por Drucker y exploraremos
vías que puedan conducirnos a su resolución.
Sostenemos que gran parte de los elementos
para resolver esta cuestión están disponibles a
la mano. De alguna manera, la solución se
encuentra ante nuestros ojos. El punto consiste
en saber reconocerla. Para ello, sin embargo,
creemos necesario revisar los términos del
problema, pues pensamos que ellos nos
conducen a buscar en lugares equivocados.