1. ENDOSCOPIA
COMO FUNCIONA
Acoplando un visor, una fuente de luz y un sistema para transmitir las imagenes al exterior,
se puede visualizar el interior de las vísceras huecas. Inicialmente se emplearon sistemas
rígidos; tubos metálicos que se introducían, hasta poca profundidad y con grandes
molestias. La aplicación de la fibra óptica (fibroendoscopios) ha permitido reducir
enormemente el diámetro del tubo, flexibilizándolo, por lo que actualmente, menos el
intestino delgado (por sus múltiples curvaturas), todo el interior del tubo digestivo es
accesible a estos aparatos. Estos tubos presentan también varias vías para poder introdicir a
través suyo diversos utensilios, que permiten la toma de muestras e incluso actuaciones
terapéuticas.
PARA QUE SE PIDE
Las tres áreas donde está más desarrollado el empleo de la endoscopia son: El estudio del
APARATO DIGESTIVO, tanto superior como inferior, salvo el intestino delgado, sobre
todo en:Sangrado digestivo; de urgencia en la hematemesis (vómitos de sangre) o melenas
(heces sangrientas) abundantes. Prevención (cribado) o diagnóstico de úlceras y neoplasias
digestivas. Las VÍAS RESPIRATORIAS, para el estudio de sangrados de origen
respiratorio y diagnóstico de cánceres bronquiales. Las VÍAS URINARIAS; usualmente la
vejiga urinaria en el diagnóstico y tratamiento de los cánceres vesicales y para
intervenciones terapéuticas "a ciegas" (extracción de cálculos mediante cestillos), también
los ureteres. Una técnica relacionada, pero que precisa de la realización de una incisión y
emplea tubos rígidos, es la laparoscopia, en la que se observa e interviene en el interior del
abdomen.
COMO SE HACE LA EXPLORACION
Se introduce el tubo o endoscopio (según la cavidad a estudiar hay varios modelos; de más
cortos a largos, cistoscopios, broncoscopios, gastroscopios y colonoscopios) por la apertura
natural precisa hasta la zona a estudiar. Puede emplearse para recoger muestras mediante
cepillos o pinzas sacabocados o realizar intervenciones terapéuticas, mediante diatermia,
laser, lazo o instilando medicamentos.
PREPARACIÓN PREVIA
Para la gastroscopia conviene estar en ayunas. Para la colonoscopia deberá seguirse una
dieta pobre en residuos y tomar una solución evacuante el día anterior. Para la cistoscopia
debe realizarse unos análisis de orina previos para descartar una infección. Para todas
conviene que no tome antiinflamatorios no esteroideos durante los días anteriores, para
reducir el riesgo de sangrados. Es conveniente realizar unos análisis de sangre sobre la
coagulación y tipaje sanguíneo previos, si hay la menor duda sobre la posibilidad de una
hemorragia.
AL IRSE A HACER LA PRUEBA
En la gastroscopia se suele administrar un tranquilizante y un antiemético que facilitan la
exploración. Para la colonoscopia se insufla el intestino grueso de aire. Durante la
cistoscopia se rellena la vejiga de suero. La broncoscopia puede requerir su realización bajo
sedación profunda (dormir sin llegar a anestesiar).
EN QUÉ CONSISTE LA EXPLORACIÓN
El médico introduce el tubo, que guía mediante unos mandos, pudiendo grabar imagenes
ilustrativas. Una vez el tubo en posición, puede meter y sacar diversos instrumentos del
mismo.
PROBLEMAS
2. Ansiedad, náuseas, reacciones vegetativas, usualmente sin importancia. Existe la
posibilidad teórica de provocar una hemorragia o incluso una perforación, por lo que es
conveniente que esta exploración se realice en, o cerca de, un hospital con quirófano,
aunque estas complicaciones son muy infrecuentes desde la instauración de los tubos
flexibles
PRECAUCIONES
Genéricas de la exploración. Debe ser realizada por un médico experto, ya que su práctica
es la mejor garantía. Sobre todo la gastroscopia es una técnica muy aparatosa, pero menos
molesta de lo que pueda parecer. Niños y embarazadas: En los niños se emplea poco, al
requerir tubos especiales y permitir sólo diámetros pequeños, que restan utilidad a la
exploración. En embarazadas no se recomienda salvo que sea necesario, ya que el
embarazo comprime las vísceras huecas, aumentando el riesgo de perforación.
Enfermedades especiales Las alteraciones de la coagulación y hemostasia, o los
tratamientos anticoagulantes, incluyendo el ácido acetil salicílico o aspirina, aumentan el
riesgo de hemorragia. Determinadas enfermedades, como la colitis ulcerosa o la
enfermedad de Crohn, pueden facilitar una perforación. Las intervenciones quirúrgicas
previas pueden haber dejado bridas cicatriciales que favorezcan una perforación. Las
infecciones activas de la orina contraindican la cistoscopia.