El documento describe las raíces bíblicas de la ética cristiana, explicando que la Biblia es la fuente de autoridad final para los sistemas éticos cristianos. Según la Biblia, Dios se ha revelado a sí mismo y ha mostrado el camino a seguir a través de Jesucristo y las Escrituras. La naturaleza de Dios incluye atributos como ser un espíritu eterno, invisible, todopoderoso y omnisciente.