Es un artículo para un público no médico en lenguaje sencillo, donde se explica la importancia de un estilo de vida saludable, como manera efectiva de evitar o corregir en gran medida este síndrome, dejando el uso de medicamentos solo para corregir los factores de riesgo, que no se controlen con el estilo de vida saludable.
1. METABÓLICO?
¿SABE UD. QUÉ ES EL SÍNDROME
METABÓLICO?
METABÓLICO?
¿SABE UD. QUÉ ES EL SÍNDROME
METABÓLICO?
Primero aclaremos qué es un síndrome en medicina. Es un conjunto de alteraciones clínicas o de
laboratorio, que cuando se presentan dos o más en una persona, sugieren la sospecha de tener o estar en
riesgo de tener, una o más enfermedades.
El síndrome metabólico es entonces, un conjunto de alteraciones laboratoriales y clínicas que luego las
vamos a describir y que expresan una condición de alto riesgo de padecer con el paso del tiempo,
diabetes o aterosclerosis de las arterias coronarias, cerebrales u otras. Por esta razón, se lo ha
llamado también pre-diabetes o síndrome de resistencia a la insulina, por motivos que luego vamos a
exponer.
En los últimos años, se ha hecho mucho énfasis en detectar a tiempo los llamados factores de riesgo
cardiovascular, para tratar de prevenir o detectar oportunamente, las enfermedades coronarias o
metabólicas como la diabetes o el aumento de las grasas de la sangre.
¿Por qué hemos colocado junto al título, la foto de una pareja de jóvenes obesos?
Porque la Asociación Americana de diabetes, la Federación internacional de diabetes, la OMS y otras
organizaciones de la salud, están preocupadas por una pandemia de diabetes, que está surgiendo de la
mano de la obesidad. Su preocupación es comprensible, porque en Estados Unidos existe un porcentaje
de obesos que supera el 30% y lo más preocupante es que la obesidad está comenzando en la infancia.
¿Qué rol juega la obesidad en la diabetes?
Resulta que desde hace 90 años, en 1920 un autor sueco Kylin y luego en 1927 Marañón en España,
publicaron la frecuente asociación de hipertensión arterial con diabetes, gota y obesidad. (ya en esa época
estos médicos relevantes, aconsejaron la dieta para prevenir dichas enfermedades).
Posteriormente, nuevas observaciones y luego muchos estudios poblacionales, demostraron una
asociación real y causal entre la obesidad y la hipertensión arterial, la elevación de los lípidos, en
particular los triglicéridos y la diabetes.
La obesidad no es tan inocua como podríamos creer. Tan es así, que en la gran mayoría de los pacientes
portadores del síndrome metabólico, son obesos y el trastorno central en esta cadena de relaciones, es la
grasa visceral que en general se relaciona muy bien con la grasa abdominal, es decir, con el perímetro
de la cintura.
1
2. Cómo actúa la grasa visceral para producir la hipertensión arterial y/o a la diabetes o al aumento de
los lípidos y con ellos la aterosclerosis?
En primer lugar, recordemos que la insulina es imprescindible para la adecuada asimilación de la glucosa
en los tejidos, sobre todo en los músculos y en la grasa, pero cuando la grasa es abundante, provoca una
resistencia relativa a la acción de la insulina, es decir, la insulina producida normalmente, no consigue en
el obeso, realizar la asimilación de la glucosa en forma completa y esto, obliga al páncreas a producir
mayor cantidad de insulina. Con este aumento persistente de insulina en la sangre, se consigue asimilar
la glucosa en forma suficiente y mantener su concentración en sangre normal.(azúcar en la sangre normal
pero, a expensas de un aumento de insulina persistente.) Este estado de resistencia a la insulina, se
compensa por lo tanto, con un aumento de la insulina en la sangre, lo que se denomina
hiperinsulinismo.
Este hiperinsulinismo, es el causante del aumento de los lípidos de la sangre (Triglicéridos sobre todo,
disminución del colesterol bueno y aumento de las partículas densas del colesterol malo.). Este aumento
de los lípidos en la sangre, se denomina en general hiperlipemia.
Por otra parte, el exceso de insulina, aumenta la reabsorción de sal a la sangre, aumenta la activación del
sistema nervioso central y provoca la constricción de las pequeñas arterias llamadas arteriolas, llevando
al aumento de la presión arterial. (Hipertensión arterial)
Además, la grasa libera ácidos grasos libres a la sangre, que a su vez van a estimular la producción de
sustancias inflamatorias como la proteína C reactiva, interleucina 6 y otras, que producen un estado
inflamatorio generalizado de las arterias, que lleva progresivamente al depósito de grasa en forma de
placas en ellas, con su posterior calcificación, condición que se llama arteriosclerosis.(Esta
arteriosclerosis a nivel de las arterias coronarias, puede llegar a producir un infarto al corazón o a nivel de
las arterias del cerebro producir un infarto cerebral, para nombrar algunos ejemplos.)
Finalmente, la producción excesiva y mantenida en el tiempo de insulina por parte del páncreas, lleva
al agotamiento del mismo, lo que determina el aumento de la glucemia (azúcar en la sangre) que cuando
llega o sobrepasa los 126 mg.% se diagnostica como diabetes o entre 100 mg% y 125mg % se
denomina pre-diabetes (para expresarlo mas simplemente).
¿Pero, por qué está ocurriendo esta pandemia (¨epidemia mundial¨) de obesidad, que está provocando
un aumento proporcional de diabetes, hiperlipemia y de la presión arterial?
El hombre primitivo, caminaba en promedio 10 km por día buscando alimentos. Se alimentaba
principalmente de raíces y frutas, la carne inicialmente era muy escasa cuando el hombre era recolector y
sólo comía la carne que dejaban los depredadores. Esto mejoró cuando inventó la lanza u otras armas para
cazar. Esta condición de comer relativamente poco, con seguridad sin azúcar, pues inicialmente no la
conocían, como tampoco conocían la sal, explica las evidencias existentes en restos fósiles, que eran
delgados y por lo tanto muy probablemente no padecían de presión arterial alta ni de trastornos de los
lípidos de la sangre ni diabetes.
Qué pasó después, sobre todo con el desarrollo de las grandes ciudades? Llevó a la migración del
campo a las zonas urbanas más pobladas, atraídos por el progreso que implica fuentes de trabajo, largas
jornadas laborales que llevan al consumo de comida rápida, generalmente ¨chatarra¨, con mucha grasa y
2
3. sal, bebidas y postres con excesiva azúcar, el automóvil cada vez con precios mas accesible, la TV y la
computación, llevaron al sedentarismo y el ritmo acelerado de vida, al estrés.
Cuál es la consecuencia?
Evidentemente, el hombre moderno cambió su fisonomía, al cambiar sus hábitos alimenticios, su
costumbre de largas caminatas y la tranquilidad de su vida simple.
Ahora, cuáles son los signos que permiten sospechar el síndrome metabólico?
El más visible y por ello más importante para sospechar este síndrome, es la obesidad central o
abdominal. El objetivo de la OMS y las otras organizaciones de salud, al difundir entre los médicos este
síndrome, es que éstos busquen los factores más importantes de riesgo cardiovascular y cerebral,
justamente en aquellas personas que tengan un grado visible de obesidad abdominal, por ser los que
tienen más probabilidades de tener el síndrome metabólico, que aglutina algunos o todos los factores de
riesgo. De esta manera, se podrán detectar más precozmente estos factores de riesgo.
¿Qué exámenes se le debe realizar a estas personas que son obesas, para confirmar si tienen el
síndrome metabólico?
Los criterios más actualizados que son los que la Federación internacional de diabetes publicó en el 2005,
son:
• OBESIDAD ABDOMINAL (Perímetro de cintura más de 94 cm. Para varones
o más de 80 cm. para las mujeres.)
+
DOS O MÁS DE CUALQUIERA DE LOS SIGUIENTES:
• Glicemia 150 mg o más o con tratamiento antidiabético.
• Triglicéridos plasmáticos 150mg% o más, o con tratamiento para los triglicéridos.
• Colesterol bueno (HDLc) menos de 40 mg % en hombres y menos de 50 mg% en mujeres.
• Presión arterial 130/85 o más o con tratamiento para la presión arterial.
Estos son los estudios que deben realizarse en una persona obesa, para detectar el síndrome metabólico y
realizar el tratamiento correspondiente para cada uno de los factores que estén alterados. Pero, además
del tratamiento medicamentoso, debe hacerse un cambio de estilo de vida, por supuesto que no podemos
volver al estilo de vida del hombre primitivo, pero, debemos hacer ejercicio regularmente, de acuerdo a
nuestro estado físico previo, evitar las grasas animales (saturadas), comer carne roja una vez por semana,
comer carne de pescado 3 veces por semana y pollo dos veces, mucha verdura y variada, además de
granos (legumbres) y frutas jugosas y secas (nueces y almendras), evitar en lo posible el azúcar y las
bebidas azucaradas, así como el cigarrillo y las bebidas alcohólicas.(excepto las dosis saludables de un
buen vino: una a dos copas por día con las comidas.)
De esta manera, al disminuir la grasa de nuestro abdomen, disminuirá paulatinamente el estado
inflamatorio de nuestras arterias, la presión arterial se normalizará, lo mismo las grasas de la sangre, el
páncreas no tendrá que secretar tanta insulina, con lo que no se corre el riesgo de agotarse y sufrir la
temida diabetes, nuestra figura se verá mejor y sin duda alguna nos sentiremos física y psicológicamente
mejor. Todo esto, debe comenzar con nuestros pequeños, mientras mas pequeños, los niños aceptan de
3
4. mejor manera el ejercicio (cualquier deporte), la comida saludable y los dulces con prudencia, los fines de
semana por ejemplo, pero no todos los días y acostumbrarse a cambiar en la mesa, la botella de la famosa
coca-cola, por el agua pura, que Dios puso en la naturaleza para saciar nuestra sed.
Dr. Juan Carlos Gianella Peredo.
Médico internista.
Estudios universitarios en La Universidad de La República – Montevideo. (Uruguay).
Estudios de postgrado en Medicina Interna en La Universidad de Chile- Hospital San Juan De
Dios- Santiago de Chile.
Miembro fundador de la Sociedad de endocrinología.
Past-presidente de la Sociedad Cruceña de Terapia intensiva.
Ex - Decano de la facultad de medicina de la Universidad Católica Boliviana.
4