SUNEDU - Superintendencia Nacional de Educación superior Universitaria
Curitiba vs. santa cruz
1. Curitiba vs. Santa Cruz
Juan Manuel Arias Castro
Yo viví cinco años en Curitiba y hoy más que nunca envidio aesaciudad. Tuve la oportunidad
de haber vivido en el primer lustro de la década de los ochenta en esa ciudad, capital del
agroindustrial estado de Paraná. Eran tiempos de cambio y de revoluciones ideológicas en
Bolivia y en el Mundo. Mientras en Bolivia nos debatíamos entre la vida y la muerte por la
inflacióngalopante de más de 5 dígitos (record mundial de 17 mil por ciento alaño en 1982),
en Brasil se salía de un proceso de dictaduras militares, en las que el estado tomó el control
y potenció un gran boom económico sin precedentes.
Entre las décadas de los setenta y ochenta, Brasil crecía a un ritmo alucinante de más del 8
por ciento al año. Sus exportaciones se multiplicaban año tras año. Se construía carreteras,
puentes, represas hidroeléctricas, puertos marítimos y se sembraba y se cosechaba
alimentos en grandes proporciones. Proyectos osados como Angra, turbinas eléctricas con
energía atómica, la represa de Itaipú en las fronteras de Argentina, Paraguay y Brasil y otros
mega proyectos generaban y atraían inversiones de todas partes del mundo.
Y Curitiba estaba ahí. Firme, vanguardista y con un título que le habían dado el resto del
país.La ciudad más culta de Brasil.Veamos: elAlcalde de la ciudad, un arquitecto urbanista,
Jaime Lerner, había implementado un sistemade transporte público que consistióen definir
y construir calles y avenidas exclusivas para el tránsito de unos autobuses articulados (dos
vagones) con capacidad para transportar hasta 120 personas denominados “minhocas”
(gusanos), que cruzaban la ciudad de norte a sur, de este a oeste y que tuvo la gran virtud
de sustituir los onerosos costos e inversiones que significaban la construcción del Metro.
Este sistema ha tenido tanto éxito que ciudades como Bogotá y Quito han importado de
Curitiba esta solución con un marcado éxito. También implementó un sistema de parqueo
público pagado en las calles del Centro de Curitiba, mediante la concesión a una empresa
que no solo controlaba el cumplimiento y ordenamiento del parqueo de vehículos en las
calles, sino que sirvió como una fuente de financiamiento para programas de educación vial
y control del transporte urbano.
Con referencia a la basura, se instaló basureros en toda la ciudad. Compró equipamiento
para la limpieza de las calles, camiones para recoger basura, maquinas para lavar y barrer
calles y contrató un ejército de limpieza en la ciudad y en los mercados que en las mañanas
cuando los ciudadanos salían a la calle, parecía como si alguien se hubiese levantado en la
madrugada a limpiar cada canto de la ciudad. Los parques urbanos o centros de
esparcimiento en espacios verdes fue un punto importante. Se crearon varios parques, se
concesionaron y se definieron áreas exclusivas con permisos especiales para que funcionen
ferias en las calles y se asienten vendedores callejeros. Todo ordenado y cada cosa en su
lugar.
Entonces y lógicamente como es de suponer nos preguntamos ¿Por qué Curitiba en
términos urbanísticos y municipales tuvo y tiene tanto éxito y Santa Cruz de la Sierra no?
2. ¿Qué hacer para que nuestra ciudad sea más bella, más humana, más limpia y menos
histérica y algún día, algún día compararse con Curitiba? La Alcaldía y el Consejo Municipal
tienen la palabra.
Escrito el 29 de enero de 2019