1. Bulimia estética . Se trata de una enfermedad
asociada a una distorsión de la imagen corporal que se da en mujeres a partir de los 20 años de
edad, obsesionadas por alcanzar la perfección. Advertencias y tratamientos.
Aunque en los últimos años muchos hombres eligen pasar por el quirófano, la bulimia estética es
una enfermedad más propia del sexo femenino. Son mujeres que no se adaptan a su apariencia
real y pretenden realizarse una nariz, labios, un cuerpo que no está en equilibrio con su propia
naturaleza o con la edad que tienen. En consecuencia, se someten a múltiples cirugías e
inyecciones de toxina botulínica y no quedan conformes nunca con la imagen que les devuelve el
espejo, porque en muchos casos, la figura que alcanzan es artificial.
La doctora Teresita Cravino médica especializada en Cirugía Estética y Reparadora, explica que
“son mujeres con un alto grado de insatisfacción personal. Estas pacientes consultan
continuamente y notan alteraciones que realmente no existen”.
Desequilibrio físico y psíquico
La doctora nos explica que es muy importante la primera consulta porque en ella, se puede
precisar con determinación si la paciente está buscando algo posible o si sus deseos no
concuerdan con lo que es alcanzable.
“Cuando veo que una paciente me dice que tiene una nariz grande, por ejemplo, y yo veo una que
no necesita nada, la derivo con la psicóloga con la que trabajo en forma conjunta para que me dé
un cuadro más acertado y evalúe el estado de la paciente” detalla Teresita Cravino.
La doctora Cravino agrega que “lo llamativo de este tipo de pacientes es que no suelen tener
miedo a ningún tipo de riesgo y que en su interior suelen sentir un alto grado de soledad. Es por
eso, que buscan de alguna forma llamar la atención de sus afectos por medio de la cirugía.”
2. Tratamiento
Según la doctora Liliana Enríquez, médica especialista en psiquiatría y psicología, raramente este
tipo de pacientes concurre a consulta psiquiátrica, excepto que aparezca alguna alteración
emocional, afectiva o de cerácter que le sea intolerable.
Por ejemplo, la presencia de angustia profunda ante el fracaso de una intervención quirúrgica o el
no haber logrado las expectativas deseadas o la sucesión constante de síntomas por insatisfacción
lo cual puede sumergirlas en una depresión profunda.
Este tipo de patología se encuadra dentro de algún tipo de trastorno de la personalidad. Por lo
cual es común la aparición de síntomas tales como: angustia, labilidad emocional, irritabilidad,
disconductas, impulsividad y depresión. También, puede acompañarse de trastornos de la
alimentación y de síntomas psicóticos.
En el caso de desórdenes conductuales graves, en donde las intervenciones quirúrgicas reiteradas
serían autoagresiones al propio cuerpo, el tratamiento de primera línea consistiría en el
psicofarmacológico.
Los medicamentos utilizados para este tipo de cuadro de acuerdo a los síntomas señalados son los
siguientes: antidepresivos, estabilizadores del ánimo, tranquilizantes e incluso antipsicóticos en
casos más graves.
La elección del tratamiento psicofarmacológico se hace de acuerdo a los síntomas presentes y a la
gravedad de los mismos.
Es muy importante el apoyo familiar. La continuidad del tratamiento determina la mejoría del
paciente.
La obsesión por estar bellas
3. La opinión de una especialista: Psicoanalista Raquel Badjer
• Si hablamos de pacientes que consumen operaciones, tenemos que pensar en gente con
problemas de autoestima, que difícilmente alcancen algún grado de conformidad consigo mismas.
Se trata de gente dispuesta a someterse a los dictámenes de otro (moda, grupo, etc).
• Los familiares y amigos pueden ser de la misma ideología o personas que se muestren críticas
respecto de estas prácticas, pero la paciente seguirá adelante con su propósito sin prestar oídos a
los comentarios. Si se trata de una obsesión no hay quien las pare. Si el profesional se niega a
operarlas, irán en busca de otro que se avenga.
• Estas personas tienen un ideal de perfección que creen alcanzable, cualquier evidencia de
imperfección las sume en una profunda angustia. Se trata de personas muy frágiles, que en su
presentación pueden parecer de firmes determinaciones, (por ejemplo en su decisión inamovible
de someterse a las operaciones). Es precisamente esa rigidez la que denuncia la debilidad, las
cosas tienen que ser como ellas quieren.
• Detrás de este comportamiento se esconde la fantasía de eternidad, porque este afán de
perfección no logra burlar la verdad que amenaza al humano, que no es otra cosa que la angustia
ante la muerte.