La estimulación temprana es importante para el desarrollo óptimo del cerebro del bebé, ya que potencia sus funciones cognitivas, lingüísticas, motoras y sociales. El cerebro de los niños pequeños tiene mayor plasticidad, lo que facilita el establecimiento de conexiones neuronales. La falta de estimulación en el primer año puede tener consecuencias en el desarrollo de habilidades. La estimulación temprana organiza actividades para desarrollar las áreas motriz, cognitiva y afectivo-social, y permite descubrir