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Ibex 35: ¿Cómo ha empezado el año?
1. Enero / 201930
AA
Y
a son cuatro años en los que el Ibex lo hace peor
que la mayoría de sus homólogos europeos: en este
periodo 2014-2018 se ha dejado un 16,92 por cien-
to, mientras que el índice de referencia de la zona
euro, que hoy por hoy integra 6 compañías del Ibex, «sólo»
ha perdido un 4,29 por ciento. Los números son peores
respecto a otras bolsas que no tienen componentes españo-
las: incluso la italiana, tan denostada últimamente, gana de
forma amplía al perder du-
rante el mismo plazo un 3,62
por ciento.
¿Son peores las compañías
del Ibex que las del resto del
Viejo Continente? Es difícil
responder afirmativamente a
esta pregunta cuando las más
importantes obtienen la ma-
yoría de sus beneficios fuera
de nuestro país, son líderes
internacionales en sus secto-
res y además cotizan a múlti-
plos sumamente atractivos:
las rentabilidades por divi-
dendo de acciones como San-
tander, Iberdrola, Telefónica
o BBVA están por encima del
4 por ciento anualizado y, de forma ponderada, el conjunto
del Ibex se acerca a este porcentaje.
¿Es un castigo al riesgo país? Es una explicación muy
plausible: miedo a una inestabilidad política con cambios de
gobierno y repeticiones de elecciones, sin obviar el conflicto
catalán, pueden haber hecho que los inversores se decanta-
ran por otros países. Aunque es entendible, es una irracio-
nalidad: durante este periodo la economía española ha sido
la que más se ha relanzado en Europa con crecimientos que
superan el 3 por ciento y que alcanzaron el 3,4 por ciento en
2015.
Entre esta pérdida de coste de oportunidad (no invertir
en un país con estas tasas de crecimiento a pesar de sus po-
CARA
LUIS GARCÍA LANGA
Director de Aulafinanzas.com y de Corredordefondos.com
«El rebote del Ibex en el gran
soporte de los 8.600 puntos
es una señal de esperanza»
Ibex 35: ¿Cómo ha
empezado el año?
líticos) y que ahora la inestabilidad está aflorando en otros
países como Francia e Italia, la divergencia respecto a otras
bolsas europeas debería corregirse.
Bolsas que, como se ha mostrado, también han perdido
terrenoenlosúltimosaños.Otrairracionalidad:laeconomía
comunitaria ha crecido a ritmos elevados superiores al 2 por
ciento (excepto en 2016 que creció un 1,90 por ciento). A
esto hay que añadir que, al contrario que en Estados Unidos,
las bolsas no han sido destino
de parte de la liquidez inyec-
tada por el BCE a través del
recientemente clausurado
‘Quantitative Easing’ (QE).
Aunque es algo aventura-
do, parece clara la doble irra-
cionalidad: bolsas europeas
cayendo en épocas de creci-
miento y liquidez siendo el
país que más ha crecido el
más penalizado.
Nadie podrá negar que el
gráfico semanal del Ibex sea
bajista. Ahora bien, el rebote
en un gran soporte con una
vela mensual de cambio de
tendencia y recuperando los
8.600 rápidamente son una señal de esperanza. La parte
negativa es que la primera resistencia la tiene demasiado
cerca para confirmar un cambio (los 9.200 suponen poco
más de un 5 por ciento); si lo consiguiera, el siguiente gran
objetivo sería el de 9.800-10.000. Ahora bien, de no hacerlo
los 8.200 deberían servir de soporte para no ver mínimos de
2016.
Tras un año todavía más irracional, en el que todo ha
caído, bolsas, renta fija, materia prima e incluso la deuda
pública a corto plazo, y en el que se ha metido miedo a los
pequeños inversores puede llegar el momento en el que el
exceso de liquidez vaya a bolsas europeas y más concreta-
mente a la española.