1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
“LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA”
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
SUBPROGRAMA DE GERENCIA EDUCACIONAL
BARQUISIMETO, ESTADO LARA
INCENTIVOS Y CONTRIBUCIONES
Autor (a): Naylin Viera
Dr. (a): Aracelys Lira
Cátedra: Adm. De RRHH
Barquisimeto, Febrero de 2014.
2. Desde el principio de los tiempos, el hombre siempre ha buscado algún
elemento que lo motive o estimule a realizar alguna acción. De igual manera ha
tenido la necesidad innata de hacer cambios en su ambiente, siempre guiados por un
impulso o una necesidad. Sin mencionar que, el hombre por su naturaleza no es un ser
aislado siempre esta interactuando con otros sujetos, de allí que se hable de
organizaciones, instituciones y las interrelaciones que poseen entre ellos.
En relación a lo mencionado anteriormente, se debe recordar que a inicios del
siglo XX, el hombre era considerado una maquina que se veía impulsado sólo por
cumplir sus necesidades fisiológicas. Fue a partir de 1943 que el psicólogo Frederick
Maslow afirma que los seres humanos tienen necesidades psicológicas; necesidad de
creatividad, de metas a corto y a largo plazo, que posee aptitudes y actitudes, que lo
hacen único e irrepetible de otros. Del mismo modo, Maslow habla sobre una
“jerarquía de necesidades” que van desde el alimento y la seguridad, el sexo y la
autoestima, y que la consecución de todas estas llevan al hombre
hasta la
autorrealización. Gracias a su aporte cambió la forma de concebir al hombre.
Es por ello, que el hombre en busca de suplir sus necesidades y conseguir sus
metas a través interrelacionarse con otros y realizando actividades que promuevan la
consecución de dichos fines; llega así a pertenecer a una organización, donde según,
Chiavenato (1999) “son unidades sociales (agrupaciones humanas) intencionalmente
construidas y reconstruidas para lograr objetivos específicos”. En el mismo orden
ideas, Barnard (1938) indica que los individuos cooperan en organizaciones siempre
y cuando sus actividades dentro de las mismas contribuyan directamente a la
realización de sus objetivos personales.
Por ende, el ser humano en pro a sentirse en una situación óptima pertenece a
una organización y esta a su vez busca tener personas dentro de su agrupación que le
permita sustentarse y prevalecer eficaz y efecientemente en el tiempo, esta
reciprocidad es lo que Chiavenato(1999) define como:
3. INCENTIVOS (alicientes): son “pagos” hechos por la organización a sus
trabajadores (salario, premios, beneficios sociales, oportunidades de progreso,
estabilidad en el cargo, supervisión abierta, elogios, etc.). A cambio de
contribuciones, cada incentivo tiene un valor de utilidad que es subjetivo, ya que
varía de un individuo a otro: lo que es útil para un individuo puede ser inútil para
otro. Los incentivos se llaman también alicientes, recompensas o estímulos.
CONTRIBUCIONES: Son “pagos” que cada trabajador hace a la organización
a la cual pertenece (trabajo, esfuerzo, dedicación, puntualidad, asiduidad, esmero,
elogios a la organización. Etc.), A cambio de incentivos, cada contribución tiene un
valor de utilidad que varía según la organización: una contribución de un individuo
puede tener gran utilidad para una organización y puede ser totalmente inútil para
otra.
En otras palabras, los incentivos son las remuneraciones que otorga la
organización a sus empleados tras haber ejecutado algún oficio u acción que
coadyuve al crecimiento y éxito de la misma. Por su parte, las contribuciones son las
acciones que realiza el personal a la organización, que permite que esta se mantenga
en el tiempo y pueda continuar aportando incentivos a su personal. Cuando ambas
partes se sienten comprometidas, impulsadas y cumplen con sus objetivos
individuales y grupales se puede hablar entonces de lo que es el equilibrio
organizacional.
Es importante destacar que las personas pasan más su tiempo en una
organización, bien sea trabajando o viviendo en ella y que esto conlleva a que el
individuo tenga una tendencia a realizar más las acciones en grupo. Al mismo tiempo
se debe mencionar que las personas se sentirán más cómodas y con cierto grado de
pertinencia a la organización de acuerdo al grado de motivación y ambiente que estos
tengan dentro de la misma corporación.
4. Referencia
Chiavenato, I, (1999). Administración de recursos humanos. Quinta Edición,
Editorial Mc Graw Hill.
Banard, C. (1938). Las funciones del ejecutivo. Harvard University Press.