Este documento presenta la declaración patrimonial de una empresa, dividiendo sus activos en corrientes y no corrientes. Entre los activos corrientes se enumeran efectivo, cuentas por cobrar, inventarios y gastos pagados por adelantado. Los activos no corrientes incluyen inversiones financieras a largo plazo, propiedad, planta y equipo, y activos intangibles. Al final, la declaración presenta el total de activos de la empresa.