3. La primera lectura nos recuerda el
deseo del pueblo de Israel de tener
a alguien que condujera al
pueblo y le diera alegría y
seguridad.
Ciertamente la
realización de ese
anhelo en David se
manifestó débil e
insuficiente pero dio
forma a una nueva
esperanza en un Rey
Mesías que libraría de
los enemigos.
5. Con palabras gozosas y entusiastas, proclama que es Jesús
quien nos guía.
Él es también el punto de referencia, la meta hacia la que
caminamos: El Cristo Total, Cabeza y Cuerpo. Unidad
inseparable entre Dios y los vivientes. Toda la humanidad
liberada de las ataduras del pecado.
7. En el evangelio nos cuenta quien ese Rey Mesías: Es un Rey
porque en el momento de su muerte atroz todavía se preocupa
del pobre desgraciado que está muriendo a su lado.
Todos reclaman a Jesús que se salve a sí mismo y todos piensan
que si no lo hace es un farsante con pretensiones falsamente
divinas. Un blasfemo.
Se lo dicen las autoridades, se lo dicen los soldados, se lo dice
uno de los dos condenados al mismo suplicio que Él.
8. La
condición
real de
Jesús es
usada por
el Mal
como
motivo de
su muerte
y como
objeto de
burla.
Es la última tentación de Cristo. Es la oportunidad del Diablo.
Efectivamente esa es la mentalidad del mundo: La medida
del valor de una persona es su capacidad de ser poderoso,
tener prestigio y fuerza para defenderse de cualquier fracaso.
9. Jesús no
responde. Para
Dios “salvarse
a sí mismo” no
es una
respuesta al
fracaso.
Dios no “se
salva”.
Dios acompaña al pobre desgraciado que no espera milagros
asombrosos. Sólo unas palabras de esperanza, de
acercamiento amoroso. Y Dios muere con él pobre.
Esa es la forma que Dios ha escogido para “ser
hombre”. Lo verdaderamente humano (y divino) es “salvar al
otro” en vez de “salvarse a sí mismo”.
10. Un criminal espera una manifestación
de poder. El otro criminal ve en Jesús
un inocente que está a punto de
terminar una gran obra de Amor con
su obediencia amorosa a Dios y la
aceptación misericordiosa de sus
asesinos.
“Acuérdate de mi cuando estés en tu
Reino”: La verdadera traducción es
“Cuando vengas como Rey”.
El pobre ha reconocido al verdadero
Rey Mesías de Israel y la verdadera
liberación que es morir amando y
resucitar perdonando.
Morir amando y resucitar
perdonando es lo que significa la
palabra “Hoy”: Ser una criatura
nueva, un Hijo de Dios. Esa es la
entrada en el Reino.