Breve síntesis sobre estas corrientes musicales, sus autores y obras representativas.

1. IMPRESIONISMO
El impresionismo pictórico intenta expresar las ideas sugiriendo e insinuándolas, a menudo las
pinturas parecen manchas pero al alejarse permiten al observador descubrir formas y figuras. Si bien
el concepto de "música impresionista" ha sido discutido, varios compositores de la época llevaron a
su música los conceptos que se aplicaban a la pintura. En ese sentido, en la música impresionista hay
un intento de ruptura, el tiempo es más libre y también hay un uso más abierto de las tonalidades y
las disonancias. También comienza a escucharse una experimentación con los timbres, logrando
nuevos efectos y sensaciones. Se podría decir que desde la música también se aportaron nuevas
"texturas" y nuevos "colores".
Uno de los principales compositores y representantes de esta corriente musical es el francés Claude
Debussy (1862-1918), quien a pesar de que no coincidía con la calificación de "impresionista", define
el estilo con mucha claridad afirmando: "No existe una teoría, el placer es la ley. Me gusta la música
con pasión, por eso trato de liberarla de las tradiciones que la ahogan. Es un arte que en ningún caso
debe ser cerrado, ni convertido en un arte académico".

2. Su poema sinfónico “Preludio a la siesta de un fauno” fue estrenado en 1894, es una obra inspirada
en un famoso texto del poeta Stéphane Mallarmé. Dura unos diez minutos y su estructura resulta
difícil de analizar de acuerdo a los parámetros tradicionales de las formas de la época. Es considerada
un hito en la historia de la música. https://youtu.be/Y9iDOt2WbjY
El interés de los músicos por crear algo nuevo, diferente y rupturista, anticipa el concepto de
"vanguardia" que definirá las décadas siguientes en el ámbito de la música académica europea.
Además de Debussy, otros compositores crearon obras por el estilo. Por ejemplo Erik Satie y Maurice
Ravel, cuya obra “Bolero” pasó a la fama: https://youtu.be/LwLABSm0yYc
Los españoles Manuel de Falla e Isaac Albéniz se inscribieron en esta nueva tendencia.

3. EXPRESIONISMO
El expresionismo fue un estilo artístico heterogéneo con tendencias muy diversas. Surgió como
reacción al impresionismo a fines del siglo XIX y sus representantes proponían un arte más personal,
priorizando la visión interior e intuitiva del artista, la "expresión" ante la "impresión" de la realidad.
En este movimiento se valora la deformación de la realidad, procurando una expresión más subjetiva
donde priman los sentimientos más que la descripción objetiva de la realidad.
En ese contexto, el expresionismo musical surge hacia 1909 cuando el compositor e investigador
austríaco Arnold Schönberg comienza a evadir las formas tradicionales de belleza, buscando
trasmitir con su música sentimientos nuevos. Esa búsqueda expresa el intento de eliminar la rigidez
y los convencionalismos de la música tradicional, resaltando la "verdad" de la subjetividad, sin
máscaras ni eufemismos. Hay un predominio de la disonancia, de los contrastes dinámicos, muchos
cambios de texturas y la presencia de armonías "distorsionadas" respecto a las tonalidades
tradicionales.

4. Los principales representantes del expresionismo musical fueron Arnold Schönberg (1874-1951) y
sus alumnos Anton Webern (1883-1945) y Alban Berg (1885-1935). Juntos configuran la llamada
Segunda Escuela de Viena (la primera la integraron Mozart, Haydn y Beethoven en el clasicismo) en
la cual se desarrollaron las ideas que se apartan de ciertas reglas tonales (atonalismo),
dodecafonismo y serialismo, corrientes rupturistas que se inscriben en las vanguardias de la primera
mitad del siglo XX. Esta es una obra dodecafónica de Arnold Schönberg que se llama “Klavierstücke”
y es de 1931: https://youtu.be/cuzfJ1Fgw6s
Otra famosa obra de Schönberg es conocida como “Pierrot Lunaire” y constituye un mojón del
movimiento. Se trata de un ciclo de 21 canciones de 1912, en el cual una soprano solista "canta" en
alemán los polémicos poemas del francés Albert Giraud con un estilo muy particular que no es
entonado, ni hablado, ni recitado, sino que resalta la intención de las palabras. La obra es atonal y
su instrumentación (poco frecuente) incluye flauta, clarinete, violín, violonchelo y piano. Aquí un
fragmento: https://youtu.be/cfVXSizNHGw
Roberto García, 2021