1. EL PRIMER ENCARGO EN TOLEDO.
EL RETABLO DE SANTO DOMINGO EL ANTIGUO
En 1577, recién llegado a Toledo, cuando no cuenta aún con
taller propio y bajo los auspicios del deán Don Diego de Castilla
y el escultor Juan Bautista Monegro, recibió el encargo de hacer
las trazas y ejecución de los tres retablos para la iglesia de este
monasterio.
EL EXPOLIO. UN CUADRO POLÉMICO
Este cuadro fue encargado en 1577 y concluido en 1579, su
tasación originó un pleito con su cliente, la catedral. El maestro
de obras Nicolás de Vergara y el pintor Luis de Velasco tasaron
por un precio escaso, 2.500 reales, tan magnífico cuadro,
además de exigir que se quitasen las que consideraban que eran
impropiedades que dicen que desautorizan al Cristo, como son
las cabezas que están encima de la suya, dos celadas y las Marías
y nuestra señora que aparecen en primer plano, porque según el
evangelio no se hallaron en esa escena.
LA CASA DEL GRECO EN TOLEDO
Su lugar de residencia fueron las casas del Marqués de Villena
que alquiló en repetidas ocasiones. En la actualidad desapareci-das,
estaban situadas en la parroquia de Santo Tomé, en el paseo
del Tránsito. En este contrato de alquiler detalla las estancias
que iba a ocupar de esta casa: el cuarto real con la cocina prin-cipal,
otra que está en el portal entre los dos patios, y un sótano
que hay junto al pozo del dicho patio, el cuarto real llamado
de los aparadores y una pieza -o estancia- que está bajando la
escalerilla del infierno.
EL ENTIERRO DEL SEÑOR DE ORGAZ,
LA OBRA MAESTRA
Este contrato detalla el encargo de este cuadro para la parroquia
de Santo Tomé, destinado a la capilla de la Concepción. Este lienzo
representa el milagro acontecido en 1323 durante el enterramiento
del Señor de Orgaz. El texto describe con detalle cómo ha de ser
la escena representada en el cuadro: “en el lienço se a de pintar una
procesion de como el cura y los demas clerigos questaban açiendo los ofiçios
para enterrar a Don Gonçalo Rruiz de Toledo señor de la billa de Orgaz, y
bajaron Santo Agustin y San Esteban a enterrar el cuerpo deste caballero, el
uno tiniendole de la cabeza y el otro de los pies echandole en la sepoltura y
finjiendo alrrededor mucha jente que estaba mirando, y ençima de todo esto se
a de hacer un cielo abierto de gloria…”
LAS PEQUEÑAS OBRAS SERIADAS
El taller del Greco produjo obras de devoción en serie que eran
adquiridas por personas con cierto poder adquisitivo, hidalgos o
eclesiásticos, conventos o parroquias toledanas. Estas obras no
han dejado apenas huella entre los documentos de los protocolos
notariales, salvo en casos excepcionales, como este poder otorga-do
por el Greco a Francisco Preboste, su criado, para la venta en
Sevilla de dos imágenes por doscientos reales, una de San Pedro y
otra de San Francisco.
LA CAPILLA DE SAN JOSÉ, LOS CUADROS DISPERSOS
La fundación de esta capilla de carácter funerario se remonta al lega-do
del mercader Martín Ramírez. Falleció en 1568 y dejó unas casas
y rentas para que Santa Teresa levantara un convento en Toledo, deseo
que no llegó nunca a realizarse.
En este documento, breve y poco explícito, se contratan tres
retablos, uno para el altar mayor con San José y encima la corona
de Nuestra Señora. De esta capilla se vendieron en 1907 dos de sus
cuadros, San Martín y el mendigo y Virgen con Niño con Santa Inés y
Santa Martina hoy en la National Gallery de Washington.
EL VIAJE DEL RETABLO DE
DOÑA MARÍA DE ARAGÓN
El retablo para el madrileño colegio agustino fundado por Doña Ma-ría
de Aragón fue encargado en 1596, realizado en Toledo y finalizado
cuatro años después, Doménico Theotocópuli contrataba al carretero
Luis Hernández para que lo trasladara a Madrid, con todos
los aderezos que para él estaban hechos. Para el transporte
de tan delicada mercancía el Greco exige al carretero como
condición que si al llevar el dicho retablo lloviere o estuviese
nublado suspenda el traslado.
LA DECEPCIÓN DE LA CARIDAD DE ILLESCAS
En 1603 el Hospital de la Caridad de Illescas, en virtud del
documento del arzobispo toledano Don Bernardo de Sandoval
y Rojas, concede a Doménico y a Jorge Manuel Theotocópuli la
obra del retablo de Illescas, para la capilla mayor y los laterales
con los que decorar la iglesia, además de cuatro pinturas, la
Caridad para el ático del retablo central, la Coronación de la virgen
para la bóveda de la capilla mayor, además de la Anunciación y
el Nacimiento en los laterales de la bóveda. La cobranza de estas
obras supuso el pleito más largo y complejo para el Greco.
LOS RETABLOS DEL HOSPITAL TAVERA.
UN ENCARGO INCONCLUSO
El objeto de este detallado contrato, firmado con Pedro Salazar
de Mendoza, administrador del Hospital de San Juan Bautista
extramuros, es la fábrica del retablo mayor y los dos colaterales,
de la iglesia de dicho hospital. En las condiciones del contrato
se formaliza el encargo de una obra de gran envergadura que se
le hizo a un Doménico ya anciano, que debía realizar en el plazo
de cinco años. Esta circunstancia queda patente en una de las
condiciones del mismo, dice que en caso de falta o muerte del
Greco se encargará de la obra su hijo Jorge Manuel, como así
sucedió años después, cuando el cretense dejó sus cuadros sin
acabar y su hijo ni pudo ni supo hacerlo.
LA FAMILIA DEL GRECO
Este documento es un reflejo de las relaciones de Jorge
Manuel Theotocópuli con su familia materna, concretamente
con su primo Manuel de Cuevas, de quién fue curador. De
su madre, Jerónima de las Cuevas, poco sabemos, excepto la
declaración que el Greco hace de ella en el último documento
de su vida, donde afirma que es la madre de su hijo, persona
de confianza y de buena conciencia.
UN RECORRIDO POR
LOS DOCUMENTOS
MÁS SIGNIFICATIVOS
DE SU VIDA Y SU OBRA
2. La vida y obra del Greco
a través de los documentos
del Archivo Histórico
Provincial de Toledo
Lugar:
Sala de Exposiciones del
Archivo Histórico Provincial de ciudad real
(calle echegaray, 2)
Fechas:
Del 19 de noviembre al 5 de diciembre
Castilla-La Mancha
LA ÚLTIMA VOLUNTAD
Se incluyen tres documentos relativos a las últimas
disposiciones de Doménico Theotocópuli. El primero
es el poder para testar otorgado a Jorge Manuel, el 31
de marzo de 1614 en el que todavía vivo, deja a su hijo
como cumplidor de sus últimas voluntades al no poder
realizarlas él mismo debido a su estado de avanzada en-fermedad,
según declara y así queda atestiguado en su au-tógrafo
de trazos temblorosos y gruesos. El segundo es el
inventario de los bienes que habían quedado a la muerte
del pintor realizado de su puño y letra por Jorge Manuel,
el 12 de abril de 1614. Finalmente el tercer documento
es el testamento firmado por Jorge Manuel en virtud del
poder antedicho y que se dilató en el tiempo, pues hasta
1616 no fue redactado.
LA TUMBA DEL GRECO Y EL TRASLADO
DE SUS RESTOS
El Greco eligió como lugar para su eterno descanso el
monasterio de Santo Domingo el Antiguo, para ello la
comunidad y Jorge Manuel acuerdan otorgar un altar y
una bóveda sepulcral para entierro de sus personas, hijos
y familia. A cambio de esta cesión “para siempre jamás”
Jorge Manuel se compromete a hacerles un monumento
de Semana Santa. Al día de hoy no se tiene la certeza de
que el Greco permanezca en Santo Domingo, puesto
que los problemas con la comunidad de monjas fueron
en aumento debido a las diferencias con Jorge Manuel a
cuenta del monumento. El agravamiento de las relaciones
obliga a Jorge Manuel a llegar a un acuerdo con las mon-jas
agustinas de San Torcuato que le otorgan la licencia
para construir una bóveda sepulcral en dicho templo para
él, su mujer, sus descendientes y sus padres, donde es
probable que fuesen trasladados los restos de Doménico
y su nuera según indican otros documentos notariales.
D.L.: C.R. 1017-2014