2. Enfatiza los objetos con discurso etnográfico, objetos
destinados a actuar sobre las mentes e ideas de las que
son fruto. Hablan de una concepción de lugar; de la
geografía y las prácticas que le dan significado.
Transmiten un sentido
En lenguaje propio
Panea a los “otros” como primitivos, como un arte
exótico, diferente a las condiciones del colonizador
3. El discurso colonizador encuadra a los artistas “no
occidentales” en una posición por debajo de los
occidentales, en una jerarquización que respalda un
marco ideológico cultura ajeno a este grupo de artistas
Obra de arte como un acto, antes que objeto
Los márgenes sociopolíticos respaldan la otredad del
discurso colonizador; el de arriba de, debajo de,
occidente, medio, oriente, sur, norte, continente, etc.
El curador se ha visto en veces de empresa reformista,
que confiere sus selecciones con el asta colonizadora y
se vuelven culturas de “curadores” y “curadas”
4. En el discurso colonizador la obra se encierra en una
fetichización del signo, en una cultura del espectáculo
y en el culto a la mercancía, confiriendo la otredad
como culturas residuales
5. Lo representa el Tercer mundo, lo marginal, la otredad
La practica artística contemporánea del tercer mundo
opta por vertebrar y articular una cultura de la
diferencia no occidental
Cultura de descentramiento y desfiguraciones de las
verticalidades. Se comporta horizontal y de adentro
hacia afuera
6. Su acción se dirige a liberar su arte de toda etiqueta de
exotismo y primitivismo. Del reconocimiento,
identidad y alteridad.
Habla de sí para referirse a sí mismo, no hace la
diferencia de lo mejor o en direcciones. Habla desde
dentro para generar conciencia, se presenta como un
espacio abierto y de confrontación.
7. Se debe entender como un medio de desautorización
de las hegemonías, hasta como una plataforma de
resistencia.
Pretende generar diferencia y se expone tal cual es.