2. «Cuando descubrimos que hay varias cultura, en vez de
una y, en consecuencia, en el momento en que
reconocemos el fin de una especie de monopolio cultural,
sea éste ilusorio o real, nos sentimos amenazados con la
destrucción de nuestro propio descubrimiento. De repente,
resulta posible que existan otros, que nosotros mismos
seamos otro entre otros.»1
1. Guach, Anna María, « El arte último del siglo XX Del posminimalismo a lo multicultural, Alianza Forma, Madrid 2002,
pag. 559 cita Paul Ricoeurd, Historie et vérité, París, Seuil, 1955.
3. Discurso Colonizador
Existe una obstinación en la soberanía y un monopolio cultural de occidente.
La cultura occidental es vista como homogénea y monolítica y hay una
pluralidad lingüística y multiplicidad cultural consideradas en términos de
vasallaje. 2.
2. Guasch, Anna María, «El Multiculturalismo» en El arte ùltimo del siglo XX. Del posmodernismo
al multiculturalismo, Madrid, 2005, Alianza Editorial. Pag. 561-568
4. Los «Otros»
La memoria del «Otro» en la era global,
partiremos de la base que, siguiendo las
definiciones de los teóricos Pierre Nora y
Andreas Huyssen, las obras de arte pueden ser
consideradas «lugares de memoria» dando
por supuesto de que las memorias y las
historias pertenecen a diferentes contextos y
latitudes y con distintos protagonistas: donde
el «otrora» hegemónico «UNO» acaba
confundiéndose con el «otrora» subalterno
«OTRO», generándose una red de conexiones,
de diálogos, de complicidades, de encuentro y
desencuentros.
Los «otros»:
«Exóticos» (banalización
del otro)
«primitivos» respecto a la
superioridad de la cultura
en el poder (la occidental)
Xenofobia y/o Xenofilia=
alienación del «otro» y
aniquilamiento de su
alteridad.3
3. Op. Cit. Guasch, Anna María, «El Multiculturalismo»
5. El arte del «otro»:
Inferior y pobre de sentido y poco
reflexivo. Lo convierte en Excluyente.
6. El discurso descolonizador
surge en oposición a:
El hegemonismo curatorial y la
postura del curador como zar
intercultural.
La mirada “etnocentrista”
occidental y los llamados
“descubrimientos”.
La eliminación de la diferencia a
favor de la homogenización
occidentalizante de lo
multicultural.
propone:
Liberar a su arte de toda etiqueta de
exotismo y primitivismo.
Vertebrar y articular una cultura de la
diferencia no occidental.
Ampliar los mapas oficiales del arte.
Diluir las fronteras en experiencias
intersubjetivas y colectivas.
Visiones paralelas
basadas en la reciprocidad y el
diálogo.
Surgen y se consolidad las bienales
periféricas y exposiciones como
Pararellel History.
7. Dada la amplitud del tema, el equipo de
curadores de la bienal jerarquizó cinco
de los aspectos abordados críticamente
por los artistas:
el entorno físico y social; las diferentes
expresiones de la marginación y las
relaciones de poder en la esfera del arte;
el fenómeno de las migraciones y los
procesos interculturales; los conflictos
del ser humano que habita en "la
periferia de la postmodernidad" y, por
último, las apropiaciones y
entrecruzamientos culturales, los cuales
constituyeron los argumentos puntuales
que configuraron el discurso general.
En ella participaron más de 200 artistas
de 43 países.
8. Parallel History y Exit Art
En un espacio alternativo de Nueva
York, el Exit Art fundado en 1982 por
el artista Papo Colo y la curadora
Jeanette Ingberman, se presentó en
1994 Parallel History, incluía obras de
artistas de regiones marginales y
corrientes secundarias que vivían y
trabajaban en los centros de poder,
pero cuyo trabajo permanecía
olvidado y marginado por cuestiones
étnicas.
Parallel History es una manera
democrática y mas equitativa de
entrar en relación con el arte, pues la
sociedad actual es irrevocablemente
el producto de experiencias y de
reencuentros que invaden el dominio
cultural (Papo Colo).
9. “Nuestro norte es el sur”
sostenía el artista uruguayo Joaquín
Torres-García, en defensa de una
identidad propia de la cultura
latinoamericana y en contra de la
hegemonía cultural de los países del norte,
los colonizadores.
No se trata de borrar la diferencia
homogeneizando el gran relato occidental,
sino de crear un discurso, o varios
discursos realmente incluyentes, que se
reconozca la diversidad en todos sus
aspectos.
Quién es “uno” y quién “el otro”.
Deben coexistir dos visiones o todas las
que sean necesarias en igualdad de
condiciones,
como visiones paralelas.