El documento habla sobre los riesgos de una dieta alta en grasas, sal y azúcar para la salud de los niños y aumento de enfermedades. Recomienda comer una dieta balanceada con frutas, verduras y leche para el desayuno, y limitar las bebidas azucaradas, carnes procesadas y alimentos fritos por su alto contenido de grasa. La conclusión es que una alimentación equilibrada de los seis grupos de alimentos en porciones moderadas ayuda a mantener una buena salud.