El documento describe los zigurats, torres escalonadas de la antigua Mesopotamia que servían como templos. Específicamente, discute el Gran Zigurat de Anu en la antigua ciudad de Uruk, uno de los primeros asentamientos humanos. Construido originalmente alrededor del 4000 a.C. y ampliado en 14 fases, el zigurat alcanzó los 21 metros de altura y fue coronado por el Templo Blanco hacia el 3000 a.C., convirtiéndose en un símbolo poderoso de la ciudad.