El liderazgo puede aprenderse y se basa en actitudes y comportamientos. El liderazgo implica que una persona influye en otras para alcanzar objetivos y dirige una organización de manera cohesionada. Los líderes logran que los seguidores los sigan voluntariamente, no por obligación como en el caso de los jefes. Para ser un buen líder, una persona debe ser ética y preocuparse por el bienestar de su equipo.