1. ¿Acaso ALGUIEN sabe lo que
verdaderamente somos?
Lamentablemente,
No.
O... ¿afortunadamente?
Nadie sabe lo que somos...
Es desesperante... pero es un hecho.
Nuestro mundo interno es inaccesible para otras personas.
Allí está, bien adentro, aislado del exterior.
Ideas, pensamientos, sentimientos, ilusiones, objetivos,
planes, intenciones, deseos, amores, odios, envidias,
anhelos...
En gran parte son inaccesibles hasta para uno mismo, y se
sumergen en las profundidades del subconsciente y el
inconsciente.
Pero aunque lo que verdaderamente somos no es accesible
para el mundo externo, éste igualmente no deja de tener
muchas opiniones sobre cada uno nosotros.
Pero, si lo que somos no puede ser percibido por el mundo,
¿cómo es que el mundo se forma esas opiniones?
Es simple.
Cada uno de nosotros emite continuamente un conjunto de
señales.
Estas señales viajan a través del espacio físico y son percibidas
por otras personas por medio de los cinco sentidos:
1
2. Vista, oído, tacto, olfato y gusto.
Y es exclusivamente sobre la base de estas señales físicas, que
otras personas se forman sus ideas de lo que,
(supuestamente), “somos”.
Y en línea con esas ideas, sean ciertas o falsas, correctas o
incorrectas, bien o mal interpretadas, reales o imaginadas,
esas otras personas (que pueden ser nada menos que jefes,
padres, amigos, hijos, hermanos, parejas, vecinos u otros)
opinan de nosotros, nos evalúan, nos juzgan, se acercan o se
alejan, nos ayudan o nos perjudican, nos contratan o nos
despiden, nos dan besos o nos abofetean, toman decisiones,
y actúan... favoreciéndonos o perjudicándonos,
premiándonos o castigándonos, amándonos u odiándonos.
Todo solamente sobre la base de sus propias interpretaciones
de las señales físicas captadas por sus cinco sentidos.
Esas señales que emitimos, en forma de imágenes, sonidos y
otros estímulos sensoriales, son lo único que el mundo puede
percibir de todo nuestro complejo mundo interior de
pensamientos y sentimientos.
Lo que realmente somos no puede ser transmitido a otras
personas.
Al menos no directamente. No en su forma original y
verdadera.
Son las limitaciones de este duro mundo material donde
nuestros espíritus han venido a caer.
Nuestro “ser esencial”, necesita ser codificado en señales
físicas (audio, video y otras) antes de poder ser transmitido, y
decodificado por otras personas antes de ser comprendido...
o incomprendido.
Es decir que otras personas perciben nuestro “ser esencial”
codificado por nosotros y decodificado por ellos mismos.
2
3. O sea, nuestro ser modificado por el proceso de
comunicación interpersonal.
Así es la única forma en que otras personas pueden llegar a
tener una idea de nuestra esencia, luego de un proceso
complejo de codificación, emisión, transmisión, recepción y
decodificación, el cual se encuentra sujeto a infinidad de
fallas, errores, ruidos, interferencias, barreras o falta de
“sintonización”.
¿Y cómo percibe la gente nuestros sentimientos?
En realidad no los percibe.
Como vimos, una persona solo puede percibir imágenes,
sonidos, contactos táctiles, olores y gustos.
Nada más.
Es una pena, pero nuestros sentimientos no pueden
transmitirse.
Tampoco nuestros pensamientos.
No podemos transmitir directamente esperanza a otra
persona, por ejemplo. Ni ansiedad. Ni admiración. Ni miedo.
Ni... nada que no sea una señal física perceptible por nuestros
sentidos.
Y el problema central es que si nuestros pensamientos y
sentimientos son “A”, pero las señales físicas que emitimos,
decodificadas, dicen “B”, entonces otras personas
simplemente creerán que nuestros pensamientos y
sentimientos SON directamente “B”.
Así, un hombre bien intencionado puede ser considerado
malvado.
3
4. Un marido honesto, fiel y enamorado puede ser considerado
frío.
Un vecino responsable y correcto puede ser considerado
hosco.
Un empleado competente y responsable
Esta disociación entre ser esencial y comunicación
interpersonal es la fuente de todos los malentendidos que
sufrimos continuamente, y a la vez el fenómeno que abre la
puerta al manejo estratégico de la comunicación.
Sentimientos y pensamientos son fenómenos estrictamente
internos al ser humano.
Solo existen en nuestro mundo interior.
No existen en el mundo físico, y por lo tanto no pueden
transmitirse.
La “emoción”, no puede viajar por el espacio de una persona
a otra.
No puede transmitirse.
Solo podemos transmitir estímulos físicos, perceptibles por uno
o más de los cinco sentidos de otras personas, y “rezar” para
que, una vez decodificados, dichos estímulos generen en
otras personas exactamente el sentimiento o pensamiento
que deseamos transmitir.
¡Toda una odisea ¡
Bienvenidos a la comunicación
interpersonal.
Luz, sonido, vibraciones, contacto físico, olores, sustancias...
son los únicos elementos que realmente viajan de una
persona a otra.
4
5. Esto es un hecho.
Solemos decir: “le transmití mi apoyo a...” o le transmití mi
calidez a...”, o mi ansiedad, mi orgullo, mi enojo, mi...
Pero, pensándolo bien ¿qué fue lo que en realidad
transmitimos...?
¿Qué fue lo que efectivamente viajó desde nosotros hasta la
otra persona a través del espacio interpersonal?
Y la respuesta es tajante: fueron solo imágenes, sonidos,
estímulos táctiles, olores y en caso extremo, gustos.
Nada más.
Nada más por aquí, nada más por allá.
Porque nada más se puede transmitir a través del espacio
físico.
A no ser que en este sencillo acto probemos definitivamente
la existencia de la telepatía... al parecer todavía lejana para
la mayoría de nosotros. La telepatía no ha llegado al
mercado masivo, al menos por ahora.
La comunicación interpersonal es nuestro único medio para
conectarnos con el mundo y concretar objetivos.
¿Pero... qué es exactamente la comunicación
interpersonal?
En relación a una persona en particular, podemos definir
como SU comunicación interpersonal al conjunto de señales
que salen de dicha persona y/o llegan a ella, hacia y desde
otras personas o el mundo exterior en general.
5
6. Para cualquiera de nosotros, la comunicación interpersonal es
la única conexión con el mundo externo.
No la más importante,… sino la ÚNICA conexión.
Una conexión solo existente en el mundo físico, y a través de
la cual viajan señales de cinco tipos: visuales, sonoras, táctiles,
olfativas, gustativas.
Esta única conexión, bien usada, nos permite básicamente
dos cosas:
1. Percibir estímulos, incorporar información, aprender del
mundo externo, perfeccionarnos, cambiarnos a nosotros
mismos
2. Accionar sobre el mundo, persuadir a otras personas,
negociar, lograr acuerdos, influir para concretar nuestros
objetivos, generar cambios en el mundo externo
Son las dos finalidades básicas de la comunicación humana:
Aprender, (cambiarnos) y hacer, (cambiar el entorno).
Hacer y aprender.
Aprender y hacer.
Volver a aprender y hacer más.
Cada vez mejor.
Y así sucesivamente, perfeccionando en forma continua
nuestro ser y accionar hacia el mundo.
Es un ciclo continuo de aprendizaje y evolución. La evolución
para la que fuimos creados.
En ultima instancia nuestra comunicación interpersonal es una
herramienta que nos permite lograr objetivos en general,
todos subordinados a EL objetivo que todos perseguimos.
6
7. Ser felices.
¿Qué es exactamente lo que comunicamos?
A veces creemos que lo que comunicamos es principalmente
lo que decimos, o lo que escribimos a otras personas.
Nada más inexacto... o incompleto.
Lo que comunicamos es absolutamente “todo” lo que sale
de nosotros y es percibido por las personas que nos rodean, a
través de alguno de los cinco sentidos.
Una mueca, un gesto, un sonido, un cambio en el tono o
volumen de la voz, una cierta manera de caminar o de
sentarnos, un cruce de brazos, un leve movimiento del
cuerpo, una forma de dar la mano, un olvido, un ademán, un
silencio, un sutil movimiento de los ojos, o de los párpados,
una leve sonrisa, un guiño, un bigote raro, un tic nervioso, un
movimiento de las cejas, un comentario descuidado, un
perfume, un nuevo peinado, el color y estilo de nuestra ropa,
unos zapatos especialmente bien lustrados, una mirada, entre
miles de otros indicios, todos comunican algo al mundo que
nos rodea.
La sumatoria de todos estos signos genera nuestra famosa
“imagen”, la cual puede resultar “óptima” o “totalmente
inadecuada”.
Incluso aquello que es percibido por otras personas como
proveniente de nosotros, aunque en verdad no lo sea,
afectará nuestra imagen y nuestras posibilidades de lograr
metas en esta vida.
Aquello que es percibido por otras personas como
proveniente de nosotros puede ser adecuado, inadecuado,
brillante, totalmente desubicado, u óptimo para la situación
7
8. en que nos encontramos. Y el mundo es implacable. Para
todo mínimo gesto siempre tendrá una interpretación
automática. Un prejuicio.
Es así que a partir de todos los componentes mencionados
podríamos (inconscientemente) estar en este preciso
momento proyectando hacia el mundo una imagen de
persona “no confiable” o “densa” o “negativa” o “falsa” o
“vaga” o “desmotivada” o “agresiva” o “descuidada” o
“lenta” o “vanidosa” o “irresponsable” o “avara” o
“trepadora” o “tonta” o “desconsiderada” o “pesimista” o
“difícil” o “infantil” o “fría” o...
Aunque no lo seamos. Y nosotros mismos probablemente “ni
enterados”.
Queda claro que no podemos dejar nuestra imagen librada
al azar. Nada más peligroso en este mundo.
¿Sabe Ud. exactamente qué imagen está proyectando?
¿Sabe positivamente lo que otras personas piensan de Ud.?
¿Sabe exactamente lo que otros sienten por Ud.?
Piense de nuevo.
Las emociones no se ven, ni se oyen, ni se huelen
Siento cariño por otra persona.
Pero el cariño no se ve, ni se oye, ni se toca, ni se huele, ni se
come.
Por lo tanto no puedo transmitirlo.
Solo puedo expresarlo de manera visual, auditiva, táctil,
olfativa y/o gustativa.
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9. Y si no lo expreso de manera efectiva seguramente será mal
interpretado.
Si quiero que otra persona comprenda efectivamente lo que
siento deberé expresarlo de forma física, de manera que
resulte claramente perceptible a sus sentidos.
Y no es fácil. Los malos entendidos están “en su salsa”.
Siento admiración por una persona.
Pero la admiración no puede tocarse.
Solo puedo emitir un estímulo visual, auditivo, táctil, olfativo
y/o gustativo, y esperar que la otra persona al decodificarlo
reproduzca exactamente en su interior el sentimiento que yo
deseo transmitirle.
Casi un milagro. El milagro de la comunicación interpersonal.
Siento atracción por otra persona.
La atracción no habla directamente.
Solo puedo expresarla en palabras, tonos, gestos, miradas,
expresiones faciales, movimientos, posturas, entre otros
recursos comunicacionales humanos.
¿Cuántas personas sienten atracción por otras y éstas últimas
jamás se enteran, mientras las primeras se frustran por la falta
de respuesta?
¡Aja!
Malos-entendidos.
Malos entendidos nos rodean.
El mundo es una madeja de malos-entendidos.
Una madeja que genera buena parte de todos nuestros
problemas.
9
10. Problemas de pareja, problemas entre padres e hijos,
problemas entre proveedores y clientes, problemas en jefes y
empleados, problemas entre gobernantes y gobernados,
problemas entre médicos y pacientes, problemas entre
vecinos, problemas entre amigos.
Problemas de comunicación.
Conflictos.
Imaginemos la siguiente situación: un hombre se siente
atraído por una mujer. Como ella le interesa mucho, todo
contacto personal con ella le genera tensión interna. Esta
tensión, sumada a un escaso dominio de su comunicación
interpersonal hace que sus contactos con ella sean torpes.
Las frases no salen, no sabe qué decir, cómo actuar, qué
gestos hacer, cómo moverse, cómo mirar, qué postura
adoptar.
Otro hombre no está tan interesado realmente. Esto le
permite mantenerse más tranquilo y desenvuelto en su
comunicación y por lo tanto se verá seguramente más
simpático y carismático.
El hombre interesado se verá torpe e indeciso.
El desinteresado se verá desenvuelto, seguro y simpático.
Dadas características físicas similares, ¿a quién elegirá la
mujer? ¿Y a quién le convendría elegir?
Peligro.
Las fallas de comunicación pueden hacer parecer malo al
bueno, y bueno al malo. Inteligente al tonto y tonto al
inteligente. Prolijo al sucio, y sucio al prolijo. Generoso al avaro
y avaro al generoso.
Si fallamos en nuestra comunicación el mundo percibirá una
imagen inferior a nuestra realidad.
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11. Si manejamos estratégicamente la comunicación el mundo
percibirá una imagen superior a nuestra realidad.
Interesante.
El buen comunicador sabe que su comunicación determinará
la imagen que el mundo se formará de él, más allá de su
realidad... interior... inaccesible.
El buen comunicador tiene claro que la única herramienta
que tiene a su disposición para intentar que otras personas se
formen en sus mentes la idea de que él siente cariño por ellas,
o admiración, o atracción, o lo que sea, es su comunicación
interpersonal, tanto verbal como no verbal.
Y nada más.
Ese cariño no puede transmitirse. Solo podemos transmitir
señales verbales y no verbales.
Imaginemos el siguiente diálogo en una pareja:
· Esposa (después de un fin de semana sin ver a su
marido): “¿me extrañaste, querido?”
· Marido (sin dejar el control remoto, con un bocado en
la boca, frente al diario, sin mirarla a los ojos y con una
postura naturalmente relajada-despreocupada) “Por
supuesto querida, siempre te extraño”
Aclaración importante: él realmente la quiere y la extrañó
(esta es la “realidad interior”), ¡pero no se da cuenta de que
su sentimiento no viaja directamente a la mente de la otra
persona! Y que ella juzgará los sentimientos solo a partir de su
lenguaje verbal y no verbal
Sigamos con el diálogo.
- Esposa: ¡No ves que eres siempre el mismo!
- Marido: (cara de sorprendido)
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12. - Esposa: ¡Malo!
- El (entre sorprendido y disgustado): ¿y ahora que hice?
- Esposa (entre enojada y triste): ¡Nada! ¡Nunca haces nada!
- Marido (indignado, porque entiende todo literalmente):
¿Cómo que nunca hago nada? ¿No estuve arreglando el
jardín ayer todo el día?
- Esposa (más triste...): No importa...
- Marido: (expresión de confusión total)
- Esposa (con expresión triste): Está todo bien... no te
preocupes...
- Marido (dudoso): ¿Seguro?
- Esposa: Seguro... (Con mala cara y ya lágrimas en los ojos)
- Marido: ¿Seguro, seguro...?
- Esposa: ...... (Silencio)
- Marido: Bueno querida no te preocupes... ¿Vamos a comer
afuera?
- Aclaración: él de comunicación entre géneros no entiende
nada, ¡pero no es mala persona en esencia!
- Ella: ¡Ahora no quiero nada! (ya casi llorando)
My God.
Es el malentendido infinito... iniciado y sostenido por continuos
errores de comunicación.
El la extraña... la quiere... tiene buenos sentimientos por ella.
Pero no tiene ni la menor idea de cómo expresarlos de
manera que realmente lleguen a la otra persona.
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13. No maneja el lenguaje de los sentimientos. El lenguaje no
verbal.
¡El no sabe o no es conciente sobre que los sentimientos se
deben codificar en estímulos no verbales como, por ejemplo,
gestos, expresiones faciales, entonaciones, miradas,
movimientos de cejas, contacto táctil, entre otros, para que
otras personas puedan interpretarlos correctamente!
Y esto le genera infinitos conflictos, menores y no tanto, con su
esposa.
Y con otras personas también.
Con todas las personas.
A la esposa no le interesa el lenguaje verbal cuando se trata
de sentimientos. Pero él cree que decirle “te extraño” o “te
quiero” sin acompañar dicha comunicación verbal con
adecuados ingredientes no verbales puede tener algún
efecto.
Y no lo tiene.
La comunicación puramente verbal, sin gestos, sin expresión
corporal, sin entonaciones variadas es percibida como FRÍA
por el mundo externo.
La esposa recibe indudablemente una respuesta fría.
Por lo tanto saca conclusiones erradas.
Y sufre.
Problemas de comunicación. A montones. Todo el tiempo.
Que desgastan y destruyen parejas, amistades, sociedades,
empresas...
Debemos tomar conciencia de una vez por todas.
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14. Sobre la base de las señales verbales y no verbales que
transmitimos el mundo evaluará y juzgará si siento o no cariño
por él.
O si soy bueno o malo.
Competente o incompetente.
Dulce o amargo.
Inteligente o tonto.
Generoso o avaro.
Y si el dictamen del mundo exterior es NO, todo el mundo
actuará hacia mí en forma consistente con el dictamen.
El mundo no sabe lo que somos.
Solo conoce lo que expresamos.
Somos como un producto.
El mundo es el mercado.
Si el mercado dice NO es NO.
Independientemente de la calidad del producto.
Independientemente de nuestra realidad interna.
Es duro esto, y es fuente de sensaciones de fracaso de
muchas personas.
Personas que sienten que SON, pero que el mundo ha
dictaminado que NO SON.
Personas que sienten, pero que el mundo opina que son
“frías”.
Personas que son competentes, pero sobre las cuales el
mundo opina que NO son competentes.
14
15. Personas que dicen su verdad, pero que el mundo opina que
mienten.
¡Personas que creen ser un gran producto y no entienden por
que el mundo no lo quiere comprar!
Y se enojan. Se ofuscan. Se indignan. Se frustran.
Personas que aún no tomaron plena conciencia de que el
mundo solo percibe una imagen nuestra, no nuestro ser
interno real.
Debemos tomar conciencia plena de esto.
Conciencia plena y continua.
Realidad vs. Imagen
La imagen que el mundo percibe de nosotros normalmente
no coincide con nuestra realidad interna. Pero el mundo
nunca lo sabrá.
Esta es tal vez la principal fuente de la multitud de malos
entendidos que enredan la madeja de nuestra vida día a día.
Muchas personas inconscientemente comunican lo que no
son.
A través de su lenguaje no verbal. Es decir, a través de gestos,
expresiones faciales, movimientos, posturas, miradas, muecas,
sonidos, entonaciones, expresiones corporales, ademanes,
vestimenta, entre otros cientos de indicadores
comunicacionales.
Muchas personas andan todo el día diciéndole al mundo
cosas que en realidad no querían decir.
Y esto es grave, ya que el mundo externo considerará a su
comunicación como a su SER.
15
16. Esto puede resultar muy frustrante.
Imaginemos los siguientes casos:
· Una persona internamente feliz y optimista, pero con
expresión facial inconscientemente triste (párpados caídos,
cejas en ángulo, comisuras de la boca arqueadas hacia
abajo) será considerada realmente triste por el mundo... y
nunca los convencerá de lo contrario hasta que no cambie
su expresión facial. El lenguaje no verbal es clave para ser
considerados por el mundo como personas alegres,
agradables, carismáticas o simpáticas.
Una persona internamente enérgica y voluntariosa, pero que
arrastra los pies inconscientemente por la oficina estará
enviando un mensaje subliminal que dice “soy vago” o “estoy
cansado”, o “estoy desmotivado” al resto del mundo, aunque
internamente esté rebosante de ideas y energía para aplicar
al trabajo. El lenguaje no verbal es fundamental para el éxito
en la carrera profesional y para lograr ascensos en una
organización.
· Un empleado de atención al cliente con buenas
intenciones, pero que (inconscientemente) no mantiene
contacto visual con los clientes, que los mira
esporádicamente con expresión facial neutra, ojos
semicerrados, sin efusividad, con poca gesticulación y cuerpo
encorvado generará en los clientes una “sensación” de
insatisfacción por la atención recibida, por más que su
intención sea brindar a los clientes todo lo que necesitan. El
lenguaje no verbal es clave para el éxito en tareas de
atención a clientes. Empleados de atención a clientes que no
tienen desarrollado su lenguaje no verbal difícilmente logren
generar verdadera satisfacción en los clientes, aunque
resuelvan sus reclamos materiales correcta y efectivamente.
· Una persona internamente generosa, pero que por
única vez en su vida y porque está aburrido cuenta
moneditas con mucho cuidado (y casualmente es observada
por sus vecinos a través de una ventana) será decretada
16
17. avara por el mundo que la observa, y “se comentará en el
barrio” al respecto. Nuestro lenguaje no verbal aporta de
manera terminante a la generación de nuestra “imagen
personal”, en todos los ámbitos
· Un empleado honesto, competente y Proactivo
(internamente), pero que se deja sorprender por el Director
General leyendo el diario en su oficina será bautizado vago o
algo similar por el resto de la eternidad. Pequeños impactos
comunicacionales pueden generarnos una imagen que
luego puede tomar años cambiar.
· Un marido enamorado que hace zapping y contesta en
forma descuidada y casi sin mirar a su esposa que le
pregunta si “piensa en ella cuando está en el trabajo”, será
indefectiblemente candidato a dormir en el sillón por un par
de noches. Nuestro lenguaje no verbal es fundamental para
expresar sentimientos en forma efectiva a otras personas. Si
no lo controlamos podremos estar todo el tiempo expresando
sentimientos que no tenemos o dejando de expresar los que sí
experimentamos.
· Un postulante en una entrevista laboral, muy
competente, honesto e interesado en el puesto, pero que
contesta dubitativamente (porque toma muy en serio y con
gran compromiso cada pregunta) sin mantener el contacto
visual, hundido en su silla, no del todo adecuadamente
vestido, puede ser ampliamente superado por otro mucho
menos competente (en lo técnico) pero que sabe “venderse”
mejor. La calidad de nuestra comunicación resulta
determinante a la hora de intentar aprovechar
oportunidades laborales. La búsqueda laboral es también
otro “campeonato de comunicación e imagen”.
Son todos pequeños ejemplos del efecto devastador de
nuestra comunicación e imagen personal, cuando no están
adecuadas a nuestro objetivo.
El efecto de una pobre comunicación es fulminante para
nuestras posibilidades de éxito, en cualquier ámbito.
17
18. Pero acá viene lo más interesante.
Nuestra imagen, manejada “estratégicamente”, puede muy
bien jugar a nuestro favor.
Veamos los siguientes casos:
· Un empleado vago o desmotivado o poco
comprometido, caminando apurado por un pasillo luego del
horario de trabajo, agitado, levemente despeinado, con la
camisa arremangada y con muchos papeles encima, que se
encuentra “casualmente” con el Gerente General, puede ser
considerado comprometido, competente, esforzado y más...,
al punto de poder ser considerado para un proyecto
importante o para una promoción solo por este evento. Un
lenguaje corporal adecuado, como ya vimos, es clave para
generar una imagen de compromiso con la empresa y por lo
tanto para lograr éxito dentro de una organización. Si hay un
lugar donde las apariencias pesan mucho más de lo que
deberían ese lugar es la empresa
· Un pretendiente avaro, aprovechador y fanfarrón, pero
a la vez con lenguaje corporal enérgico e imagen personal
carismática, llevando las flores preferidas en el día de San
Valentín a una señorita emocional logrará muy
probablemente sus objetivos, superando ampliamente a otro
pretendiente responsable, serio, trabajador y compañero,
pero cuyo lenguaje corporal e imagen lo muestran como se
suele decir hoy “sin onda”. “Sin onda” significa simplemente
“pobre en su capacidad comunicativa”. La comunicación e
imagen personal, particularmente la comunicación no verbal,
son herramientas clave para lograr éxito en el arte de la
seducción. En realidad el dominio de la comunicación
estratégica transforma a este arte en una ciencia
· Un postulante carismático, gracias a sus habilidades de
comunicación y oratoria, logrará mostrar un nivel de
competencia muy superior al real y así podrá obtener un
puesto atractivo superando a otros candidatos más
competentes en lo técnico pero menos desarrollados en las
18
19. capacidades de comunicación. Indudablemente el buen
manejo de la comunicación verbal y no verbal es una
herramienta fundamental para lograr éxito en la búsqueda
laboral
· Una reunión de Directorio, en la cual el Director
General, persona típicamente orgullosa, presenta una
propuesta para modificar un determinado proceso
productivo. Un Gerente con fuerte perfil técnico, altamente
competente y buen conocedor de los procesos de la
organización inmediatamente identifica un error de
razonamiento o un impedimento no considerado en la
propuesta del Director General y se la hace notar de plano
para impedir una decisión errónea, con toda la buena
intención de evitarle problemas a la empresa y al Director
mismo. Por otro lado, otro Gerente, más conocedor de los
efectos de la comunicación, más “político”, más hábil en el
manejo de la comunicación estratégica, elogia efusivamente
la propuesta del Director General, y presenta una visión
optimista relativa a la necesidad de mejora continua de los
procesos para mantener el liderazgo en el mercado (bla,
bla), y finalmente se ofrece para llevar adelante en forma
personal la iniciativa de cambio propuesta por el Director
General. Luego de la reunión este Gerente, ya a cargo del
nuevo proyecto, y en privado, discute con el otro Gerente la
forma de superar los impedimentos mencionados. Adivinen
cuál de los dos Gerentes avanzará más rápidamente en su
ascenso en la organización. ¿Obvio, no? El manejo efectivo
de la comunicación es determinante para el éxito en
funciones de nivel Gerencial en empresas o instituciones, y
mucho más en organizaciones políticas.
Como vemos, el hecho de que nuestra realidad interna es
inaccesible al mundo puede ser origen de frustraciones, pero
también puede ser utilizado para generar una comunicación
e imagen superiores a la realidad, y así lograr éxitos en
ámbitos profesionales, políticos, académicos familiares y
sociales en general.
19
20. El uso deliberado de nuestra comunicación verbal y no verbal
para lograr objetivos y generar una determinada imagen
deseada es lo que entendemos por Comunicación
Interpersonal Estratégica.
Marketing organizacional y Marketing personal
Esto de generar una imagen muy superior a la realidad lo
vienen haciendo las empresas desde hace años.
Es algo familiar para ellas.
A través de una estrategia comunicacional minuciosamente
diseñada y ejecutada, las empresas emiten al mercado una
imagen de su organización, sus líderes, sus instalaciones y sus
productos o servicios muy superior a la realidad, ocultando
fallas y destacando fortalezas y bondades.
Se llama simplemente “marketing”.
¿Acaso vieron alguna vez algún folleto de productos
mencionando las quejas recibidas de los clientes durante los
últimos meses? ¿O indicando los nombres de las personas
despedidas por la empresa en los últimos tiempos? ¿O los
juicios laborales que la empresa tiene en curso?
De ninguna manera.
El manejo estratégico de la comunicación permite a las
organizaciones proyectar la imagen deseada y lograr el
posicionamiento más conveniente en la mente de los distintos
públicos relevantes a su negocio.
Este manejo estratégico de la comunicación que realizan las
empresas es probablemente el responsable de gran parte de
las compras que Ud. mismo ha realizado durante toda su
vida.
Es el poder de la comunicación estratégica.
20
21. Influye, convence, persuade, hipnotiza.
La comunicación estratégica es una herramienta
poderosísima que permite a las empresas influir sobre las
personas (nosotros).
Pero acá viene el punto: Las personas podemos hacer lo
mismo que las empresas.
Se llama “marketing personal”.
Muchas personas que no conocen el poder del Marketing
personal simplemente se comunican “como les surge”,
diciendo las cosas que se les ocurren en el momento en que
les vienen a la mente, sin un control estratégico
Estas personas viven enredadas en conflictos.
Utilizan comunicación “espontánea”, “no estratégica”.
Revelan debilidades en momentos o a personas inoportunas.
Transmiten información que directa o indirectamente puede
perjudicarlos. Muestran sus problemas, defectos, malos
humores, malas actitudes sin un “control de calidad”, y de
esta manera generan una imagen que podríamos llamar
“Anti-estratégica”, una imagen perjudicial, inconveniente.
Podríamos elogiarlas por su transparencia, lo cual es
respetable, pero es claro que el éxito personal, social, político
o profesional va a ser de otras personas.
¿Se imaginan a un político totalmente transparente y a la vez
exitoso? No es posible.
¿Se imaginan a un CEO de una gran Corporación realizando
sus negociaciones de manera transparente, sin estrategia
comunicacional? Inviable.
¿Se imaginan a un muchacho que sale a bailar a una
discoteca y pretende lograr éxito en la seducción siendo
100% transparente con las mujeres? ¿Se lo imaginan
21
22. acercándose a una atractiva y sensual señorita y
declarándole abiertamente sus objetivos? Fracaso rotundo y
bofetada sonora.
Y lo peor de todo es que una persona muy honesta y
moralmente intachable sentirá una fuerte tendencia a ser
transparente, y de esta manera no logrará sus objetivos, y
será superado por los que manejan estratégicamente su
comunicación interpersonal.
La bondad y los buenos objetivos también necesitan
marketing. No convencen por sí solos lamentablemente.
Se necesitan personas buenas y a la vez que sepan vender
sus bondades.
Hoy día las personas que conocen y aplican las técnicas de
marketing personal indudablemente superan a otras que no
lo hacen, incluso a personas más competentes y más
honestas.
Esta es una cruda realidad.
Es archiconocido el típico caso del profesional técnicamente
competente y moralmente intachable que ve con sus propios
ojos como su compañero menos competente y menos
intachable asciende al puesto de jefe o supervisor.
La frustración de este profesional será terrible. Pero
lamentablemente debemos decirle que lo que sucede no es
más que lo que el contexto y las reglas de juego actuales
establecen.
El técnico trabaja duro. El buen comunicador asciende.
Hoy día en las empresas las personas que ascienden no son
las técnicamente más competentes ni las moralmente más
perfectas, sino las que con “algo de competencia” (muy
poco a veces) manejan adecuadamente su comunicación,
imagen y marketing personal, principalmente frente a los
superiores.
22
23. Esto es así, aunque no nos guste.
Los Gerentes y Directores de empresas valoran mucho las
capacidades de comunicación y marketing de los
profesionales técnicos, ya que esa es justamente la principal
habilidad que se pone en juego en los altos niveles.
En la base de la pirámide se juega un juego técnico,
operativo, material.
En la cima de la pirámide se juega el juego de la
comunicación, el juego político.
¿O acaso Ud. alguna vez se puso a pensar en qué consiste la
tarea de un CEO? ¿O sea, que hace un CEO todo el día?
¿Cómo “nada”...?
¿QUé está pensando mi amigo?
Un buen CEO, por supuesto.
Es simple, un CEO lo que hace todo el día es simplemente
COMUNICARSE.
Negociaciones, reuniones con proveedores, reuniones con
clientes, reuniones con superiores, reuniones con accionistas,
reuniones, más reuniones, entrevistas, reportajes, eventos
sociales, presentaciones de negocios, lobby, acuerdos,
llamadas telefónicas, conducción de su gente, felicitaciones
y reprimendas personales y grupales, manejo de conflictos,
cocktails, lanzamientos de producto, discursos, etc.
Estas son las actividades de un típico CEO. Y son todas
actividades de COMUNICACIÓN.
COMUNICACIONCOMUNICACIONCOMUNICACIONCOMUNIC
ACIONCOM...
23
24. Si esto es así entonces es lógico que los superiores asciendan
a los profesionales con mejor comunicación y no a los
técnicamente más competentes.
Las competencias técnicas no son tan importantes en la
cúpula.
Si lo son las competencias políticas y de relaciones
interpersonales, o sea, competencias derivadas de la
competencia fundamental: COMUNICACIÓN
INTERPERSONAL.
Y esto seguirá siendo así por los siglos de los siglos.
Los “técnicos” seguirán en la base de la pirámide mientras los
comunicadores ascenderán para convertirse en sus jefes.
Esto genera gran frustración para el profesional honesto y
competente en lo suyo, pero que no ha desarrollado su
capacidad de comunicación.
En el caso extremo tenemos a los conocidos NERDS...
personas inteligentes desde el punto de vista técnico, con
alto coeficiente intelectual, pero totalmente incompetentes
en lo comunicacional. Personas cuya comunicación e
imagen muy poco desarrolladas les dificultan enormemente
el éxito en lo social, en la búsqueda de pareja, en la
búsqueda laboral y en cualquier contacto con otras
personas.
Esto puede analizarse con actitud negativa o positiva, como
todo.
Un “técnico” puede lamentarse toda la vida de que otros
profesionales menos competentes ascienden y se convierten
en sus jefes, o también puede ser honesto consigo mismo y
cuestionarse seriamente a que se debe esto.
Y la respuesta aquí esta: esto se debe a que la competencia
que importa en los cargos jerárquicos (tanto en la empresa,
como en la política y en la sociedad en general) tiene más
24
25. que ver con la comunicación interpersonal que con
habilidades técnicas específicas.
Si toma conciencia de esto, entonces cualquier persona con
perfil “técnico” podrá concentrarse en desarrollar sus
habilidades de comunicación, aplicando medidas que
comentaremos a lo largo del libro, y de esta manera
transformar su perfil técnico en un perfil mas comunicativo,
más influyente, más carismático, más político, y así acceder
por fin a cargos de alto nivel en las organizaciones, la política
o la sociedad en general.
¿Pueden imaginar a Albert Einstein en una entrevista laboral?
Pobre, seguramente se las vería “negras” para demostrar que
su pelo revuelto, su traje arrugado y su imagen distraída no le
impedirá generar grandes inventos y patentes para la
empresa.
Dudo mucho que Einstein pueda lograr éxito en un proceso
de selección estándar conducido por una consultora actual.
Increíble pero posible.
La imagen no es la persona.
Pero la imagen es lo único que llega a otros.
Este fenómeno impacta toda nuestra vida.
De manera fulminante.
Es muy común el caso de una persona que se siente
competente pero que no logra éxito.
Debería preguntarle al mundo cómo lo está percibiendo.
Es típico en las oficinas encontrar gente que se considera
altamente competente y comprometida, pero que observa
enojosa y frustradamente como otros ascienden en su lugar.
25
26. Es un hecho, en las organizaciones no suelen ascender las
personas técnicamente más competentes.
Los técnicos competentes en general quedan asignados a
tareas técnicas.
Los técnicos, tal vez menos competentes, pero que dominan
el arte de la comunicación en general son quienes ascienden
Guste o no.
La realidad es la realidad.
La buena comunicación es la herramienta clave de ascenso
en las organizaciones.
No las matemáticas, ni la física, ni la contabilidad, ni la
informática, ni ninguna otra ciencia.
Es la comunicación interpersonal.
La superficialidad del mundo “mediático”
Nuestra habilidad de comunicación interpersonal es un factor
determinante para nuestro éxito, tanto en lo profesional como
en lo personal.
Esto siempre fue cierto, pero hoy lo es más aún, ya que
estamos viviendo en un mundo totalmente dominado por la
comunicación, un mundo “mediático”.
Hoy en el ámbito profesional, y en el social muchas veces
también, lamentablemente ya no hay tiempo suficiente para
conocer profundamente a otras personas. Esto hace que la
imagen personal adquiera una relevancia terrible, casi
siempre exagerada, en la evaluación de las personas, al ser el
único elemento inmediatamente accesible a los sentidos.
26
27. Imaginemos la siguiente situación. El personal administrativo
de una empresa está reunido esperando la aparición en
escena de su nuevo jefe. El gerente general ha anunciado su
contratación y hay gran expectativa ante su primera
aparición en público.
El nuevo jefe tiene una formación profesional muy sólida, una
gran experiencia y una honestidad inquebrantable. Esta es su
realidad interna, la “esencia” de esta persona.
En la sala de reuniones la tensión va en aumento. Hay
murmullo, especulaciones.
Finalmente el nuevo jefe hace su primera aparición frente a
su equipo de trabajo. Y el impacto inicial de la imagen es
fulminante. Es la famosa “primera impresión”.
Y resulta que este señor es muy delgado, pálido, camina
encorvado, no viste bien, arrastra los pies, tiene un peinado
extraño (¿o es un peluquín?), usa anteojos y otros accesorios
anticuados, tiene la ropa arrugada, combina mal los colores,
no sabe gesticular, mantiene una expresión entre triste y
preocupada, y aunque pronuncia palabras verdaderamente
sabias, lo hace con voz gangosa y temblorosa, con un
vocabulario desactualizado, sin impostar, vacilando y con la
mirada perdida.
Simplemente es su estilo comunicacional. Nada motivador,
nada político, nada “mediático”. No está para locutor
televisivo.
Es una persona con inteligencia y buenas ideas, pero
comunicacionalmente nulo.
Su gente al verlo por primera vez, y en forma instantánea,
dictamina, en gran medida inconscientemente, que se trata
de un jefe sin energía, sin ganas, sin carisma, sin ideas, sin
capacidad para cambiar nada, sin visión, y quien sabe qué
otras conclusiones apresuradas.
27
28. Todos murmuran, hacen bromas, ríen a escondidas, acuñan
apodos, inventan chistes. Y todo basándose solamente en la
imagen del pobre hombre.
Por supuesto que nada de lo que ocurre entre el público será
comunicado abiertamente al nuevo jefe.
Nunca se enterará del terrible impacto que su imagen causó.
Típico de los problemas comunicacionales... ¡todo el mundo
enterado menos quien sufre los problemas!
Los problemas comunicacionales tienen esta característica
terrible: los tenemos, ¡pero no sabemos que los tenemos! ¡Y
nadie nos informa! ¡Y si por excepción un muy buen amigo
nos informa no queremos escucharlo!
Gravísimo.
A este nuevo jefe, aún siendo muy competente y honesto, le
costará mucho tiempo y esfuerzo ganarse a su gente, si es
que lo logra alguna vez.
Más aún, es llamativo que con esa imagen personal y su
pobre oratoria haya logrado superar las entrevistas de
selección.
Somos verdaderamente implacables para juzgarnos por las
apariencias.
Otra habría sido la historia si su imagen hubiera estado
“trabajada” profesionalmente. No por casualidad existen hoy
los asesores de comunicación e imagen, con cada vez más
clientes que son políticos, gerentes, artistas y profesionales
que quieren incrementar su éxito en el actual mundo
mediático, optimizando no su esencia, sino simplemente su
capacidad de comunicación e imagen, es decir, su
“fachada”.
Es así, nos guste o no.
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29. En el mundo mediático todo es superficial. La imagen ES el
“ser”. En realidad casi no importa el “ser”. Importa más el
“parecer”.
Ser y parecer se confunden. Es una desviación. Y no nos gusta
que sea así. Pero es el contexto en el cual debemos aprender
a movernos hoy.
Algunos se resisten a este contexto, protestan. Y hablan de
“otros tiempos” donde todo era más “real”. No quieren
adaptarse, y por ende no avanzan. Otros se adaptan, y son
exitosos.
Es la ley de “selección natural” en acción.
Mundo actual, mundo mediático, mundo superficial, mundo
de la imagen. Ya lo decían nuestros abuelos: no solo hay que
“serlo” sino también “parecerlo”. La sabiduría popular suele ir
adelante de la ciencia, y esta frase cobra verdadera
vigencia hoy, tal vez más que nunca en la historia de nuestro
planeta.
Ser y/o parecer
Ser o parecer, esa es la cuestión. Y la respuesta es simple y
clara: hoy para tener éxito es preciso ser Y parecer. Son dos
dimensiones paralelas para trabajar y desarrollar.
El trabajo en la dimensión del SER es para nuestro desarrollo
interno. Nos permite incrementar nuestra capacidad para
tomar iniciativa, pensar, meditar, procesar, ser mejores
personas y generar grandes ideas.
Por otro lado el trabajo en la dimensión del PARECER es para
desarrollar nuestra imagen e influencia personal,
imprescindibles para movernos en este complejo mundo de
imágenes y superficialidad. Nos permite incrementar nuestra
capacidad para influir, y así llevar a la práctica con éxito
nuestras grandes ideas.
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30. Recordemos siempre: el mundo no puede evaluar nuestro SER
(¡y tampoco parece muy interesado en él!). El mundo solo
puede percibir y por lo tanto evaluar lo que “parecemos”. Lo
que “somos” jamás lo sabrá.
Si no nos preocupamos por desarrollar nuestro parecer,
nuestra imagen, entonces seremos superados ampliamente y
sin misericordia por quienes SI se ocupan,
independientemente de quién sea internamente más
competente u honesto.
Así es como gente de poca competencia y dudosa
honestidad, pero de imagen híper-trabajada, logra alcanzar
posiciones de poder en las empresas y en la sociedad.
Deleznable, pero real. Es el mundo actual.
Para el mundo externo solo es perceptible lo que parecemos.
Lo que verdaderamente somos queda en nuestro fuero más
íntimo.
No es un secreto que tanto en las empresas como en la
sociedad las personas más exitosas suelen no ser las más
competentes técnicamente ni las más honestas, sino las que
mejor se comunican (piense quiénes siempre tienen más éxito
en una reunión social, por ejemplo).
Con sus capacidades de comunicación estas personas
logran acuerdos, consensos, negocian, realizan apariciones
en público con presentaciones impactantes y, sobretodo,
INFLUYEN, se hacen “marketing”, venden su imagen, se auto-
promocionan, hacen lucir sus trabajos y se posicionan
exitosamente en el mercado.
Esto es un hecho. Las personas más exitosas en todos los
ámbitos (profesional, político, artístico, social, entre otros) son
aquellas que, con una competencia razonable, o a veces
mínima, en su especialidad (¡y hasta algunas veces casi
nula!), logran dominar el arte de la comunicación
interpersonal.
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31. Oratoria, negociación, manejo de relaciones interpersonales,
persuasión, influencia, habilidad vendedora, “tacto” político,
generación de contactos, conducción de reuniones y
entrevistas, generación de presentaciones de negocio,
manejo diplomático, entre otras, son capacidades
importantísimas en el mundo actual, todas derivadas de la
capacidad fundamental: COMUNICACIÓN INTERPERSONAL.
¿O creíamos acaso que las personas más exitosas eran las
técnicamente más competentes y las más honestas? Ja-ja-ja-
ja-ja (perdón)
¿Seguro que el mundo no sabe lo que somos?
Pero... ¿seguro...?
Nuestra comunicación, verbal y no verbal (facial, corporal,
gestual, vocal), genera la imagen que proyectamos al
mundo.
Luego el mundo toma nuestra imagen y la interpreta. Si le
gusta nos premia. Si no le gusta nos castiga. De distintas
maneras.
En las organizaciones el premio suele ser dinero, beneficios
y/o ascensos.
Muchos profesionales buscan denodadamente estos premios,
pero sin desarrollar antes sus capacidades de comunicación
interpersonal.
Algo casi imposible.
Todas esas buenas ideas que rondan en nuestra mente,
¿acaso creemos que el mundo externo puede percibirlas?
¿Acaso creemos que el mundo externo puede acceder a
ellas? ¿Acaso creemos que podemos transmitirlas
directamente? No es posible.
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32. Solo podemos transmitir nuestros pensamientos y sentimientos
si los transformamos en estímulos físicamente transmisibles, ya
sea en forma visual, auditiva, táctil, olfativa o gustativa, y por
lo tanto perceptibles por otras personas a través de al menos
uno de sus cinco sentidos.
Esto es serio. El mundo no sabe lo que somos ni lo que
sentimos ni lo que pensamos, Y nunca lo sabrá con exactitud.
La gente solo percibe lo que impacta sus sentidos, lo que le
comunicamos, y a partir de nuestra comunicación el mundo
se forma una imagen nuestra, la cual puede ser superior o
inferior a lo que realmente somos.
Hay muchísima gente que se considera internamente
correcta, capaz, honesta, inteligente, creativa, competente...
y aun así no logra éxito en sus emprendimientos.
¿A qué puede deberse esto?
En la gran mayoría de los casos (por no decir en todos) esto
se debe a problemas de comunicación, de imagen, de
conexión con el mundo. La persona, a través de su conexión
interna consigo misma, percibe sus capacidades y virtudes.
Pero el mundo no.
Lo que el mundo percibe de nosotros no es lo mismo que
nosotros percibimos de nosotros mismos. Obviamente.
Esto genera muchos de los problemas que experimentamos
en nuestras vidas.
Nos creemos competentes pero no nos ascienden ni nos
aumentan el sueldo. Nos creemos eficientes pero nuestro jefe
protesta por nuestra ineficiencia. Nos creemos buenos padres
pero nuestros hijos están enojados con nosotros. Nos creemos
buenos compañeros pero nuestros amigos se alejan. Nos
creemos excelentes maridos o esposas pero nuestra pareja se
quiere ir. Nos creemos santos pero la gente nos critica.
En el fondo siempre es lo mismo: problemas de
comunicación.
32
33. La comunicación personal no puede detenerse
Todo el tiempo estamos enviando mensajes al mundo, a las
personas que nos rodean. Desde acciones importantes y
concientes hasta detalles minúsculos e inconscientes
componen nuestro flujo continuo de comunicación hacia el
mundo.
Todo el tiempo estamos construyendo (o destruyendo)
nuestra imagen personal, incluso en momentos en que
creemos que no nos estamos comunicando.
Todo el tiempo el mundo está percibiendo nuestras señales, y
evaluándolas.
Imaginemos, por ejemplo, a un empleado que tiene un día
de trabajo relativamente tranquilo, sin reuniones, todo el día
“encerrado” en su oficina, con trabajo individual, sin contacto
personal ni telefónico con sus superiores.
A fin del día, cuando ya se está retirando de la oficina,
nuestro empleado va a tomar el ascensor, y como éste
parece estar detenido un piso más arriba grita
impacientemente: “¡eh, ascensor por favor!”. Mientras sigue
esperando intenta apagar su cigarrillo, y como no hay
cenicero a la vista lo hace en una maceta cercana, que
“justo” alberga a la planta preferida de un Gerente de otra
área (algo que él ni sospecha).
Casualmente este gerente, atraído por el inusual grito de
“¡ascensor!” (Poco “fino” para el ambiente empresario) capta
la situación a través de una persiana, y en su fuero íntimo
piensa “¿quién es el tarado éste que anda a los gritos por la
empresa y encima arruina mi planta preferida con su
asqueroso cigarrillo?”.
Entonces este Gerente llama a un jefe que anda por ahí y le
pregunta “che, ¿sabés quién es ese tipo que está subiendo al
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34. ascensor?”. “Si”, le dice el jefe, “es un empleado mío, ¡muy
competente y cumplidor!”.
El Gerente le responde inmediatamente: “¿competente y
cumplidor?... a mi no me gusta nada ese tipo”. El jefe
responde (nervioso) “ehhh... es un buen empleado”. El
Gerente insiste “a mi me cae bastante mal, me parece un
maleducado”. No me gusta nada.
El jefe, que, como suele decirse en algunas empresas, “no
come vidrio” y no es precisamente lo que podríamos llamara
un héroe salvador de sus empleados, responde ahora: “y si...
me parece que Ud. tiene razón”.
Acabamos de ser testigos de cómo, en unos pocos segundos,
la carrera de este empleado, descuidado en su
comunicación, se vio más impactada que si hubiera
fracasado en varios proyectos críticos.
Y lo más divertido (si es que hay algo divertido en este
cuento) es que cuando este pobre empleado llegue a su
casa y su esposa le pregunte: “¿Cómo te fue en la oficina,
querido?”, él seguramente contestará “¡todo bien!” tuve un
día tranquilo mi amor... no tuve ninguna reunión...
El es totalmente inconsciente de sus errores
comunicacionales.
Y ella incrédula repregunta: “¿ningún problema, querido? Y él
con la seguridad típica de la inconciencia confirma: “¡por
suerte ningún problema hoy mi amor!”.
Esto es así.
Se llama comunicación inconsciente.
Inconscientemente emitimos mensajes.
Continuamente emitimos señales.
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35. Inconsciente y continuamente construimos o destruimos
nuestra valiosa imagen personal, tanto en el trabajo como en
la política o en la vida social.
La comunicación continua
La comunicación personal no se puede detener.
Todo el tiempo estamos enviando señales...
Incluso cuando estamos en silencio.
Todo el tiempo estamos acertando o cometiendo errores con
nuestra comunicación al mundo.
No podemos dejar de hablar... ya sea de manera verbal o no
verbal.
Imaginemos a una persona que va a una fiesta y, como no
quiere cometer errores en su comunicación, decide no decir
nada.
¿Acaso no sería este el peor error comunicacional?
Si.
Silencio es comunicación.
NO podemos dejar de comunicarnos. Ni siquiera si nos
retiramos del mundo y nos refugiamos en una cabaña en
medio de la montaña.
Si lo hacemos seguramente toda nuestra familia y amigos
hablarán mal de nosotros. Dirán que nos volvimos locos o
¡quien sabe qué!
Jajajaja
Terrible...
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36. Nos refugiamos en la montaña y ni aún así podemos lograr
que no nos critiquen.
Todos nuestros actos son comunicación.
Y generan efectos.
Nuestra comunicación verbal y no verbal inevitablemente
genera efectos todo el tiempo.
Favorables o Adversos.
Y claramente quedarnos callados no es una forma de no
comunicarnos.
Es imposible no comunicarnos.
Podríamos decir que lo más parecido al “cero”
comunicacional, o sea a la mínima comunicación emitible, se
da cuando una persona dice y hace exactamente lo que
todos esperan de él.
Cumplir exactamente con las expectativas que todos tienen
de nosotros es lo mas parecido a No decir nada.
Cualquier otra opción se empieza a alejar de este cero
comunicacional.
¿Interesante no?
Para no comunicarnos debemos comunicarnos. Debemos
decir exactamente lo que los demás esperan. Veremos más
adelante que a veces esta puede ser la única forma de no
ofender a nadie.
Conclusión: El campeonato de comunicación
Con toda su complejidad, nuestra comunicación
interpersonal es la herramienta fundamental que tenemos
para vivir.
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37. Si para un tenista la herramienta clave para jugar al tenis es su
raqueta, podríamos decir que para una persona la
herramienta clave para vivir es su comunicación.
En el campeonato de tenis la herramienta para ganar es la
raqueta.
En el campeonato de la vida la herramienta para ganar es la
comunicación.
Podríamos hasta decir que la vida hoy es como una cancha
en la que se disputa un campeonato de un deporte nuevo
llamado: comunicación.
Y no hay nada más peligroso que entrar a una cancha sin
saber a qué juego se está jugando. ¿No?
Nos guste o no estamos jugando a este nuevo juego de la
comunicación. Nadie sabe lo que somos. Y todos nos juzgan
por lo que parecemos. Así es la regla básica de este juego.
Vivimos como dentro de una armadura. Y el mundo solo ve
esa armadura, brillante u oxidada. No puede ver el interior.
Esta armadura es nuestra “imagen”.
Y si no la cuidamos, observamos, analizamos, diseñamos,
ajustamos y optimizamos continuamente, el mundo
seguramente verá de nosotros algo muy diferente a nuestra
esencia. Y lo más peligroso, es muy probable que en este
preciso momento estemos proyectando al mundo una
imagen MUY inferior a lo que verdaderamente somos.
Los invito a explorar ideas para mejorar drásticamente
nuestras capacidades para desempeñarnos en este
verdadero “campeonato de comunicación” que es la vida
material.
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