MoP (Management of Portfolios) define portfolio como “la totalidad de la inversión de una organización (o de una parte de ella) en los cambios requeridos para conseguir sus objetivos estratégicos”. Gestionar el portfolio, desde el punto de vista de MoP, implica “una coordinada colección de procesos y decisiones estratégicas que, juntas, posibilitan un efectivo balance entre el cambio organizacional y la actividad habitual (Business as usual)”. Para ello, describe dos ciclos continuos de gestión: ciclo de definición, donde se identifican, priorizan y planifican las iniciativas necesarias, y el ciclo de entrega donde se gestiona a nivel de portfolio la ejecución de las iniciativas incluidas en él, poniendo el énfasis en aspectos como la gobernanza, la gestión de beneficios, riesgos, dependencias y recursos.