1. Líder y Emociones 2014
Edición: O.Tipismana N. CPE_ISIG_UCSUR
Impacto de las Emociones Dinamizadoras y Demoledoras del
Líder
Por: Orlando Tipismana Neyra.
n toda reunión donde la amenaza es percibida de manera negativa por los
participantes, se genera malestar. Sobre todo, cuando ya se sabe de antemano
que el Gerente lanzará una crítica o criticará posteriormente, cualquier
comentario, que se haga a uno de los miembros de la mesa de trabajo. ¿Qué es lo que genera
en ellos? Un pensamiento de anticipación y un sentimiento de amenaza o desafío, que se
repite con regularidad cada vez que se celebrarán las reuniones programadas.
Estas muestras de desagrado por parte de los miembros de un equipo o grupo de
trabajo, contagia el ánimo de los otros
miembros, generando un clima tóxico.
Este clima, impide el equilibrio, la
pérdida del arte de manejar esas
emociones negativas, que contribuyen a
generar resentimiento, hostilidad; y,
puede afectar, la capacidad de atención,
habilidad de captar el propósito de la
reunión. como la disminución de la
motivación.
Muchos líderes eficaces,
desarrollan destrezas para utilizar dosis
de cumplidos y dar incentivos emocionales positivos a los participantes; lo que se logra es la
disminución de la irritación y ayudan por lo general, a energizar a las personas para cumplir
con las metas planteadas para la reunión convocada. A medida que se equilibra los mensajes y
la dinámica de relación, el mensaje de descontento que “preveían” los otros actores,
disminuye. Por el contrario, aumenta el compromiso y los actores incrementan su desempeño,
al punto que salen de su “zona de angustia” para colaborar y cooperar.
No todos los “socios emocionales” son iguales, la dinámica de poder con que se opera
puede influir a tal punto que el “contagio emocional puede ser positivo o negativo. En
situaciones positivas, determina que sus cerebros puedan elaborar esquemas emocionales
más sólidos y dinamizar las neuronas espejos para utilizar todo su potencial emocional como
herramienta clave en el liderazgo. Las emociones, fluyen con tal fuerza, que las personas
socialmente dominan mejor el escenario. Una razón que explica esta mejora en cualquier
grupo, es que el “gasto emocional” mejora y se incrementa el nivel de atención, orientándola a
aspectos más importante a lo que se dice y se hace. Además, amplifica la fuerza de cualquier
mensaje emocional del líder, que pueda estar enviando para que sus emociones
E
2. Líder y Emociones 2014
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dinamizadores puedan “contagiar” a los otros. Como en una organización pequeña, se decía:
“Cuando mi mente está llena de ira para con los otros miembros del grupo de trabajo o el
equipo, es mucho más contagiosa que una gripe”.
En un estudio sobre el valor potencial de las emociones, fue puesta a prueba en
cincuenta y seis jefes de equipos de trabajo, en la que ensayó un buen humor y evaluaron su
impacto emocional en los otros miembros del grupo. Los miembros del equipo con líderes
optimistas, informan que coordinan mejor su trabajo, realizan mejor las actividades, utilizan
mejor su esfuerzo. Por otra parte, en Líderes tóxicos, se observaron: la falta de sincronía,
disminución de la eficacia; peor aún, los esfuerzos para “agradar” al líder genera pánico en su
necesidad de complacer al líder y conllevan por lo general, a elegir estrategias inadecuadas y
tomar malas decisiones.
Por otro lado, cuando un gerente se expresa de manera poco ingeniosa, la formación
de humores puede ser contraproducente como una táctica de liderazgo. Cuando los lideres,
utilizan habitualmente muestras de mal humor para motivar, puede parecer que el trabajo se
incrementa de manera habitual, pero en realidad, tiene un efecto contraproducente, se
observa menor desempeño y los estados de ánimo son de desencanto, corroen el clima
emocional, saboteando la capacidad del
cerebro para funcionar adecuadamente en
los momentos para tomar decisiones. En este
sentido, se reduce la interacción social, e
impide que la serie de actividades conjuntas
entre los miembros del grupo o equipo,
disminuyan ostensiblemente, impidiendo que
el líder, pueda gestionar mejor las emociones
positivas o en su defecto, manejar
adecuadamente las emociones negativas.
Lo que se observa con regularidad, es que los líderes que gestionan positivamente las
emociones de los otros miembros, se siente una mejor atención hacia el líder, mejora el apoyo,
la empatía se incrementa, aumenta dirección positiva de las actitudes; se incrementa también,
la interacción positiva en la calidad del trabajo, una menor tendencia al aislamiento y sentirse
menos amenazados.
Por último, es importante destacar que una mejora en la estrategia de gestión de un
líder eficaz, y consciente de su rol, por lo general los empleados, comienzan a darse cuenta
que los recuerdos de las interacciones negativas con sus jefes, comienzan a disminuir la
intensidad de sus expectativas negativas y con más frecuencia, ajustan sus expectativas, a una
relación más positiva de antemano. La facilidad para manejar eficazmente la desmotivación,
permite transmitir positivamente emociones, que ayuden a dejar atrás las emociones
negativas, que impedían una relación eficaz y el logro de resultados de alta productividad,
entre las personas que integran un equipo o; en su defecto, el desempeño general de un área,
departamento o la organización en su conjunto sea beneficiada en sus metas de desempeño y
logro en general.
Fuente: Daniel Goleman_ Be Mindful of the Emotions You Leave Behind (2014)