El documento analiza las dificultades de escritura (disgrafía) en niños que asistieron a una consulta de defectología. La muestra estuvo compuesta por 65 niños con trastornos en la escritura, predominando el sexo masculino de 7 años de edad. Los principales tipos de disgrafía encontrados fueron las acústicas y ópticas de etiología orgánica debido a dificultades en la percepción fonemática y óptica. Se concluyó que la disgrafía es un trastorno específico y par
1. ARTICULO 3
ORLANDO DELGADO GONZÁLEZ, EDILBERTO DÍAZ REYES
las dificultades del lenguaje escrito (disgrafía) de niños que asistieron a consulta de
Defectología del Policlínico Universitario “Omar Ranedo Pubillones” El universo fue
de 143 niños del Grupo Básico de Trabajo No. 1 que asistieron a consulta de
Defectología. La muestra fue de 65 niños que presentaban trastornos en la escritura.
El dato primario se recolectó mediante entrevistas y aplicación de los métodos de
exploración logopedia de la lecto/escritura. Las variables estudiadas fueron: edad,
sexo, tipo de digrafía, síntomas, tiempo que asiste a la consulta de Defectología,
tiempo de atención logopedia. Predominó el sexo masculino, edad 7 años,
prevalencia de las digrafías acústicas y óptica de etiología orgánicas por dificultades
en la percepción fonemática y óptica. Se concluyó que es un trastorno específico,
estable y parcial del proceso de la escritura de etiología multicausal y la demora en
la corrección es por insuficiente preparación de los docentes y familiares.
El concepto de disgrafía puede analizarse desde dos contextos: el neurológico
(cuando el trastorno se debe a un déficit de este tipo) y el funcional (el trastorno no
responde a lesiones cerebrales o a problemas sensoriales).
La escritura es una forma de manifestación lingüística, específicamente humana
que supone una comunicación simbólica por medio de un código diferenciado según
las culturas. No es un código figurativo sino simbólico (Azcoaga, 1983).
El aprendizaje de la escritura, requiere una maduración previa de determinadas
instancias neurobiopsicoafectivas en el niño. La enseñanza sistemática de la
escritura se da a los 6 años, a partir de esa edad, se dan los requisitos suficientes
para que el aprendizaje sea exitoso. Estos son:
Suficiente desarrollo de la inteligencia.
Adecuado desarrollo del lenguaje.
Adecuado desarrollo psicoactivo.
2. Adecuado desarrollo sensorio motriz
Existe confusión a la hora de definir términos como disortografia y disgrafia, y es
frecuente encontrar clasificaciones y definiciones contrapuestas según los distintos
autores. El concepto se mueve en 2 contextos; el contexto neurológico relativo a las
afasias con respecto a la agrafia y el enfoque funcional de la digrafía.
La disgrafia es un trastorno de la escritura que afecta a la forma o al significado y
es de tipo funcional. Se presenta en niños con una capacidad intelectual normal,
con adecuada estimulación ambiental y sin trastornos neurológicos, sensoriales,
motrices o afectivos intensos.
Causas de tipo madurativo
Para Portellano (1995), existen dificultades de tipo neuropsicológico que impiden al
niño escribir de forma satisfactoria. La escritura es una actividad perceptivo-motriz,
que requiere una adecuada integración de la madurez neuropsicológica en el niño.
Los 4 factores de tipo neuropsicológico que pueden provocar digrafía son:
Dificultades de laterización.
Trastornos de eficiencia psicomotora.
Trastornos de esquema corporal y de las funciones perceptivo motrices.
Trastornos de expresión gráfica del lenguaje.
Causas caracteriales
La escritura chapucera, inestable, con falta de proporciones adecuadas y con
deficiente especiación e inclinación es característica de determinados niños con
conflictos emocionales intensos (Portellano, 1995).
Disgrafía caracterial pura: Niños con conflictos afectivos importantes que
emplean la escritura como forma inconsciente de llamar la atención frente a
sus dificultades o que expresan trastornos del yo por medio de una escritura
defectuosa.
3. Disgrafía caracterial mixta: Cuando los conflictos emocionales van unidos al
déficit neuropsicológico en el niño. La disgrafía, se encuentra reforzada por
la inmadurez psicoafectiva y por los déficit perceptivo-motrices.
Digrafías caracteriales reactivas: debida a trastornos madurativos, pedagógicos y
neuropsicológicos, pero que inicialmente no tienen componentes de alteración
emocional. Los niños se sienten incomodos con su propia escritura y presionados
por los familiares, pares y docentes