La psiquiatría forense intenta aclarar el estado mental de los delincuentes evaluando trastornos o alteraciones. Cesare Lombroso clasificó a delincuentes según anomalías en criminales natos, dementes morales, epilépticos, locos y pasionales. La psiquiatría forense penal asesora sobre la imputabilidad o inimputabilidad de un acusado, considerando imputable a aquellos mentalmente normales e inimputables a aquellos con alteraciones, jugando un papel fundamental en procesos jurídicos.