Transtornos de la personalidad

2. También llamado sociopatía es una patología de índole psíquico que deriva en que las personas que la padecen
pierden la noción de la importancia de las normas sociales, como son las leyes y los derechos individuales. Si bien,
generalmente, puede ser detectada a partir de los 18 años de edad, se estima que los síntomas y características
vienen desarrollándose desde la adolescencia. Las personas que lo padecen presentan un cuadro de personalidad
que les hace huir a las normas preestablecidas, no saben o no pueden adaptarse a ellas.

3. También llamado limítrofe o fronterizo se define como un trastorno de la personalidad que se caracteriza
primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico y relaciones
interpersonales caóticas. El perfil global del trastorno también incluye típicamente una inestabilidad generalizada
del estado de ánimo, de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a
periodos de disociación, Es el trastorno de personalidad más común pero es muy difícil de identificar.

4. Las personas con trastorno de personalidad histriónica suelen expresar sus emociones de manera exagerada, suelen
ser vanidosas y egocéntricas, y se sienten incómodas cuando no son el centro de atención. A menudo son
seductoras en apariencia y comportamiento, ya que les preocupa mucho no serlo. Buscan continuamente a alguien
que les tranquilice, que apruebe lo que hacen, y pueden enfadarse cuando alguien no les atiende o halaga, suelen
ser impulsivos y poco tolerantes a la frustración.
Su estilo cognitivo es extremista, tienden a ver todo en términos de blanco o negro. Su discurso a menudo carece de
detalles y es exagerado.

5. Las personas que padecen este tipo de trastorno suelen tener un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o
en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía que empieza en el principio de la edad
adulta y que se dan en diversos contextos. La vulnerabilidad de la autoestima hace al sujeto con este trastorno muy
sensible al ultraje de la critica o la frustración, aunque tal vez no lo demuestra abiertamente, las criticas pueden
obsesionar a estos sujetos y hacer que se sientan humillados, degradados, hundidos y vacíos, pueden reaccionar con
desdén, rabia o contraatacando de forma desafiante.