El proceso de individuación implica desarrollar nuestra naturaleza interna única para convertirnos en individuos. Implica pasar de ser parte de la colectividad a reconocernos como únicos dentro de ella. Se logra a través de un proceso continuo de autorrealización basado en nuestras propias disposiciones naturales más que en conceptos abstractos. Al completar este proceso, beneficiamos tanto a nosotros mismos como a la sociedad.