El documento describe cómo las relaciones sociales y los vínculos afectivos que se forman en la infancia son fundamentales para el desarrollo cognitivo, emocional y de la personalidad. Las interacciones positivas con los cuidadores principales crean una sensación de seguridad y confianza en el niño. El autoconocimiento surge de las relaciones cercanas con la familia, y recibir valoraciones positivas ayuda al niño a desarrollar una imagen positiva de sí mismo.