El documento describe las características de la comunicación didáctica en el aula, incluyendo que tiene lugar en instituciones educativas, se establece entre profesores, alumnos y grupos, y busca contribuir a la formación integral de los alumnos. Además, requiere la participación de los alumnos y un tratamiento tecnológico planificado de acuerdo a las necesidades de los estudiantes.
Características del proceso de enseñanza-aprendizaje
1. Carácter institucional: Se dice que tiene esta característica porque tiene lugar en
centros e instituciones educativas.
Carácter interpersonal y grupal, ya que se establece entre profesor-alumno,
alumno-alumno, profesor/es-alumnos y alumnos-alumnos.
Intencionalidad perfectiva, porque su finalidad es contribuir a la formación y el
desarrollo integral del alumno a nivel cognitivo, psicomotor y afectivo.
Participación e implicación del alumno, para que no se limite exclusivamente a
recibir información-contenidos, sino, sobre todo, a trabajar con ella, es decir,
asimilarla-integrarla en su estructura cognitiva, aplicarla y extrapolarla a otros
contextos.
Tratamiento tecnológico u ordenación racional, es decir, cualquier proceso de
comunicación didáctica debe ser planificado previamente en función de las
características y necesidades concretas de los alumnos a los que se dirija,
implementado siguiendo las pautas previstas y, posteriormente, evaluado para
analizarlos resultados alcanzados y, en función de los mismos, proponer
cambios para mejorarlo.
Carácter prescriptivo, porque el contenido fundamental de cada etapa está
determinado por la Administración a través de las propuestas curriculares:
conceptos, procedimientos, actitudes, valores y normas.
Se desarrolla a un nivel intermedio entre la formalización (debe cumplir las
finalidades, los roles y normas de relación entre profesor-alumno que establece
el currículo) y la espontaneidad (influencia que ejerce el profesor a través de su
personalidad y la manera de interactuar con sus alumnos, es decir, la vía
relacional).
Bidireccional, ya que debe fomentar-estimular el intercambio de roles
comunicativos (profesor-alumno, alumno-profesor y alumno-alumno) para evitar
los estilos de comunicación unidireccional (profesor-alumno) característicos de
los modelos tradiciones de enseñanza.
El lenguaje debe ser adaptado a las características (habilidades básicas,
cognitivas y metacognitivas) que presenten los alumnos.