Este documento describe la vivencia de sentirse "atrapada" que experimentan las mujeres en contextos de violencia familiar. Explica que esta sensación es difícil de expresar, pero se manifiesta a través de sensaciones corporales como peso o tensión. También señala que la cultura y educación influyen en la capacidad de expresar sentimientos. El documento analiza estrategias terapéuticas para trabajar estas emociones, como técnicas de relajación e identificación de memorias corporales ligadas a experiencias de dominación y trauma.