El documento aborda la prevención de secuelas de la terapia intensiva a través de un enfoque interdisciplinario e integral que incluye al paciente, familiares, cuidadores y personal de la UTI. Propone mejorar la comunicación, humanizar la atención mediante la ética del cuidado, y crear un entorno que promueva el bienestar físico y emocional de todos los involucrados.