El documento analiza la violencia desde una perspectiva interaccional, considerando que es el resultado de un proceso comunicacional entre dos o más personas que comparten responsabilidad. Explica que cualquier individuo puede volverse violento dependiendo del contexto relacional y propone un modelo circular para entender las dinámicas de la violencia, incluyendo roles como victimario y víctima. Finalmente, presenta estrategias terapéuticas para abordar diferentes tipos de violencia basadas en cambiar creencias, representaciones y dinámicas de interacción.