Acuaporinas. Dentro del canal, las moléculas de agua tienden puentes de hidrógeno entre sí y con las paredes del canal. Sin embargo, a medida que una molécula de agua se acerca a la parte más estrecha del canal, proceda aquélla del interior o del exterior celulares, la intensa carga electrostática positiva de la zona, creada por los lazos que forman el poro, provoca una reorientación de la molécula que obliga a su átomo de oxígeno a tender puentes de hidrógeno con las dos asparraginas del poro. Primero la molécula de agua se une sólo a uno de esos aminoácidos, permaneciendo unida por el otro puente de hidrógeno a la molécula de agua vecina; luego se une a las dos asparraginas, rompiendo así por completo la molécula de agua su conexión con las otras moléculas de agua en el canal. La imposibilidad de tender puentes de hidrógeno con los aminoácidos hidrofóbicos que forman la pared del canal favorece la permeabilidad. Asimismo, en el sitio de mayor constricción del canal se rompe la concatenación de puentes de hidrógeno entre las moléculas de agua que llenan el poro, lo que impide el transporte de protones que se establecería a través de AQP1. La acuaporina-1 es permeable al CO2. De hecho, la proteína forma un canal para el transporte del dióxido de carbono.