La administración implica servir y transformar las ideas en acciones a través de un proceso que incluye la planificación, organización, dirección, coordinación y evaluación. La planificación define metas y objetivos, la organización asigna roles y recursos, y la dirección ejecuta el plan. La coordinación armoniza las etapas y la evaluación controla el progreso y proporciona información para mejoras futuras. Una buena administración es necesaria para aprovechar los recursos y lograr resultados exitosos.