Este documento describe varias amenazas a la independencia y objetividad de los auditores, incluyendo intereses propios, autorrevisión, abogacía, familiaridad e intimidación. Para cada amenaza, analiza cómo podría violar los principios éticos, cómo hacerle frente y si es un nivel aceptable de acuerdo con el colegio de contadores públicos y auditores. En general, concluye que los auditores deben ser independientes y no dejarse influenciar por factores que comprometan su juicio profesional.