Aristóteles concibió la esencia como una forma unida indivisiblemente a la materia, construyendo juntos el ser. Fundamentó los conocimientos humanos en la experiencia sensible y creía en un mundo unificado sin compartimentos. Identificó a la metafísica con la sabiduría como la ciencia del ser en cuanto ser, y distinguió tres clases de alma que conforman el estrato del saber. Su ética se basaba en que el bien es el fin último de las acciones humanas y la felicidad es el bien supremo.