La arquitectura romana se caracterizó por su carácter práctico y el uso de elementos constructivos como columnas, arcos y bóvedas de piedra. Los romanos construyeron obras públicas como acueductos, puentes y vías para el transporte de agua, personas y mercancías, así como edificios para espectáculos como teatros, anfiteatros y circos. También construyeron edificios civiles como basílicas y termas, y religiosos como templos. Los arcos y columnas se usaron para conmemorar