El documento describe los rasgos de una persona que se acepta y valora a sí misma, logrando un alto nivel de autoafirmación, como expresar claramente su punto de vista y necesidades. También explica que el yo es el centro de la identidad personal y va cambiando a través del desarrollo, permitiendo lograr una autoafirmación adecuada a través de cuatro niveles equivalentes a etapas del desarrollo de la inteligencia.