La asociatividad permite que las pequeñas y medianas empresas unan esfuerzos de manera voluntaria para alcanzar objetivos comunes, como reducir costos, acceder a nuevos mercados y tecnología, capacitarse, e intercambiar recursos e información, manteniendo cada una su independencia. Genera beneficios como mejorar la competitividad, negociación y una mentalidad más abierta y dinámica entre los emprendedores. Existen diferentes tipos como subcontratación, alianzas, distritos industriales y redes de servicios.