El documento argumenta que reducir la inflación es más prioritario que actualizar los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias. La inflación permite al Estado recaudar un "impuesto inflacionario" a través de la desvalorización de la moneda, recaudando casi un 4% adicional del PBI. Sin embargo, este impuesto es regresivo ya que afecta más a los sectores de bajos ingresos. Para reducir la inflación y este impuesto, es necesario disminuir el gasto público.