LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A FILEMON, PARTE 14 DE 27
1. ={
COLOSENSES 4
están en Laodicea, sin olvidar a Nin-
fa y a Ia lglesia que se reúne en su
casa.
16 Después de que sea leída esta
carta entre ustedes Procuren qqe
ráu ieída tarnbién en la lglesia de
Laodicea, Y consigan, Por su Parte,
lu qu. eÍtós recibieron, Para leerla
420
ustedes. 17 Digan a ArquiPo: *No
descuides el rninisterio que te fue
enca rg a do en el Señ or Y trata de
curnplirlo bien.,
'u EI saludo es de mi ProPia ma-
no: Pablo. Acuérdense de que estoY
con cadenas. La'gracia sea con us-
tedes.
I Carta de Pablo, Preso de Cristo
Jesús, y Tirnoteo nuestro hermang, a
Filemóñ, nuestro querldo comPa¡g.ro
d; tt.uájo ,' a nueitra hermana APia,
a ArquiÉo, fiel comPañero en n99s;
trut llchas, Y a toda Ia comunidad
que se reúne en su casa:
;,:I:J$i3,3'; i3 ¿,r,?á i:'3; "":
señor ri Dios4 Doy gracias qin cesar a Ir
al recáráarte en mis oracignes,
tpu.r oigo alabar el am.ol y Ia fe que
td animaá tanto hacia el Señor corno
;;-b;neficio de los santos. t Oj ul?
ese tu carisma !e .lleve al conoci-
miento de todo lo bueno que tene-
mos en Cristo. 7 Pues tuve mucho
oozo v consuelo al tener noticias de
i, caiidad, ya que nuestros herma-
nos se sienien confortados Por ti'
Por :eso, aunque tengo en Cristo
plena libertad paia -ordenarte
lo.que
iendrías que hácer, ' prefiero pedírte-
lo pgr aÍhor. El rogante es Pablol Ya
anctano, y ahora-Preso Por Cristo
Jesús, ': y la Peticién es Pqr? mi hijo
Onési*ó; a quien transmiti la vida
mientras estaba Preso
.rr Este Onésimo Por un tiemPo no
te fue útil; pero ahora te va a serjnuy
útil, como io ha sido p'ara, mí- '2 Te lo
devuelvo; recibe en su'Persona ml
propio corazon. '3 Hubiera deseado
Filemón de Colosas :tenía un esclauo á" lorri'
Urá ót¿simo: ¡nát*oto nombrg.p1rltm esclavo'
óir* §¡¿r-i*o'quiere decir "útil"! Onésimo se es-
ca,a v se ra a Rorta, donde esPe.ra desaoarecer
!l?á¿i" á; É';;.hLÑ;b re delu s'u'''ciudad'
il'ááiüutl¿ud y felizmente para él; se encuentra
ü P;ü;á,Í"" nJUia cohocido en casa de su
amo. . --i :
tn ese momento Pablo está preso en .Roma'
o#á'oÜá u;¡n.,;á, pri"iteglosl
'como poder salir
5;;;áñdo de-un pólicia. Onésimo se convjerte
;-ü'ü*ti¿áo.-Oerpués de lo cual Pablo lo hace
repabiar a casa de su antiguo amo con una carta
ail;¿ó*ááá.ión que el la que leemos aquí.
Es interesante comparar esta carta ,d",- Pablo
coñ-otrá escritá-algunós años antes pgi Cicerón
;'i""ai dá-""'"sclaro que estaba en idéntica si-
tú;¿id. a qiutt h.,-unista pagano. pide el per-
átsn- páta elZulpable; Pab.lo, en cambig' pide que
el e.sclavo sea tonsider?Co comg un herrnano 'e
i"cI . sugiete que sea liberado (2T)
Ya hemos hablado de los i-oqs-ejo¡ que daba
Pablo a los
"tllá',ñt""}-
Óá 5,i2: Duiante los
bñ-árós anos áá lá lglesia, el dgscubrimiento de
421
retenerlo a mi lado para que me sir-
viera en tu lugar mientras estoy preso
por el Evangelio. 14
Pero no quise ha-
cer nada sin tu acuerdo, ni imponerte
una obra buena, sino dejar que Ia ha-
oas libremente.
')
'5 A lo mejor Onésimo te fue quita-
do por un momento para que lo ga-
nes para la eternidad. 16
Ya no será
esclavo, sino algo mugho mejor,
pues ha pasado a ser p_ara mí un her-
mano muy querido, y lo será mucho
rnás todavía para ti. t7 Por eso, en
vista de la comunión que existe entre
tú y yo, recíbelo como a mí mismo.
'8 Y si te ha perjudicado o te debe al-
go, cárgalo en mi cuenta. re
Yo, Pa-
blo,. lo escribo y firmo de mi propia
FILEMÓNI
mano; yo te lo pagaré... sin hablar de
la deuda que tienes conmigo, y que
eres tú mismo.
2c Vamos, hermano, espero de ti
este servicio en el Señor; reconfórta-
me en Cristo.
u Te escribo con plena confia nza
en tu docilidad; sé qug harás mucho
más de Io que te pído : 2' Además,
prepáfame alojarniento,, pu€s, gra-
cias a la oración de todos ustedes,
espero serles devuelto. ''i
a Te saluda Epafras, m¡ compañe-
ro de cautividad-en Cristo Jesús, 2o
y
también Marcos, Aristarco, Demás y
Lucas, mis ayudantes . .
o Q,ue Ia gracia de Cristo Jesús, €l
Señor, esté con ustedes. Amén.
una üda nueva en Cristo parecía de una impor-
tancia tan superior que todo lo demás. ser escla-
vo o libre, no tenía gran importancia (véase 1
Cor 7 .17ll..-
e.t uqr"Íh época nadie pensaba en Ia posibili-
dad de un cambio en las estrucfuras sociales: ¡ha-
bía esclavos, y los habría siemprel En realidad Ia
esclaütud iba a durar en occidente hasta la inven-
ción de nuevos métodos para utilizar la fuérza
animal. Además, los cristianos eran una minoría
sin influencia. Pero antes de que se pensara en
cambiar las leyes. los cristianos. guiados por su
fe. se negaban a tratar a los esclavos como ,,obje-
tos, o como seres inferiores; g cada¡ vez con mas
frecuencia los amos, en la Iélesia. renunciaban
espontánearnente a sus deráChos y liberaban a
sus esclavos.
Muchas personas piensan que la comunidad
cristiana no tiene nada que decir en lo que se re-
fiere a sus responsabilidades en Ia sociedad: pero
aquí vemos. for el contrario. cómo Pablo éo*.
promete,a toda la comunidad en el problema de
Filemón.