El documento describe las diferentes formas de aprovechar la energía de la biomasa. La biomasa se puede convertir en energía a través de procesos termoquímicos como la combustión o gasificación, o procesos bioquímicos como la fermentación o digestión anaerobia. La biomasa producida por cultivos energéticos o residuos se puede utilizar para generar calor, electricidad, biocombustibles u otros usos energéticos a través de diferentes instalaciones e infraestructuras.