La calcificación patológica implica depósitos anormales de sales de calcio en tejidos. Existen dos tipos: calcificación distrofica, que ocurre en tejidos muertos o no viables, y calcificación metastásica, en tejidos vivos. El proceso involucra iniciación de depósitos en células dañadas, seguida de propagación controlada por factores que regulan el crecimiento de cristales.