La evaluación de los aprendizajes en la educación de adultos es un proceso participativo, permanente, progresivo, práctico, crítico y flexible. Se caracteriza por fomentar la autorresponsabilidad, el autocontrol y la actitud investigativa. Los principios de la evaluación incluyen la horizontalidad, la participación y la flexibilidad. Los propósitos de la evaluación son determinar logros, necesidades, pronósticos, efectividad de programas, y mejorar el aprendizaje y la enseñanza. Las funciones son recoger información sobre el
Caracteristicas funciones y principios de la evaluacion
1. Características
La evaluación de los aprendizajes, en la educación de adultos es, fundamentalmente, un
proceso participativo. Se caracteriza además por ser:
Permanente: en función de la capacidad del adulto de apreciar día a día sus cambios de
comportamiento.
Progresiva: dado que toma en cuenta las diferencias individuales de los participantes, por
el efecto que tienen en cada una de las variables que concurren en el proceso de aprendizaje
y son determinantes, en gran medida, del logro de los objetivos propuestos.
Practica: Debe estar orientada a estimular al participante para la solución de los problemas
y no a la repetición de contenidos teóricos.
Critica: Tiene implicaciones éticas que le exigen responsabilidad en sus actos y juicios de
valor en torno a los comportamientos propios y ajenos.
Flexible: Descarta la rigidez operativa que limitan el desarrollo de la creatividad y la
satisfacción de las expectativas de los estudiantes.
La evaluación de los aprendizajes en la educación universitaria, está llamada a fomentar
la autorresponsabilidad, el autocontrol, la conciencia crítica y la actitud investigativa e
innovadora.
Principios
Diferentes autores y estudiosos de la evaluación, en el campo pedagógico, han hecho
referencia a planteamientos ontológicos y epistemológicos que sirven de fundamento a la
evaluación educativa, aunque sin precisar distinciones entre principios y características
atribuidas al proceso de evaluación.
También estudiosos de andragogia se han manifestado y coincidido en que los principios de
esta ciencia son los mismos que sirven de soporte y orientación a la disciplina evaluativa:
Horizontalidad, Participación y Flexibilidad. Ciertamente la presencia de tales principios se
hace evidente en la fundamentación teórica y en la práctica de la evaluación de los
aprendizajes del adulto. No obstante Eisner (1993;pp.226-232), plantea algunos principios
considerados pertinentes para entender mejor el proceso de evaluación de los aprendizajes
según las nuevas tendencias educativas y por ello, se las presentamos a continuación:
La Evaluación debe:
· Reflejar las necesidades del mundo real, aumentando las habilidades de resolución
de problema y de construcción de significados.
2. · Mostrar como los estudiantes resuelven problemas y no solamente atender al
producto final de una tarea, ya que el razonamiento determina la habilidad para
transferir aprendizaje.
· Reflejar los valores de la comunidad intelectual.
· No ser limitada a la ejecución individual, ya que la vida requiere de la habilidad de
trabajo en equipo.
· Permitir contar con más de una manera de hacer las cosas, ya que las situaciones de
la vida real raramente tienen solamente una alternativa correcta.
· Promover la transferencia, presentado tareas que requieran que se use
inteligentemente las herramientas de aprendizaje.
· Requerir que los estudiantes comprendan el todo, no solo las partes.
· Permitir a los estudiantes una forma de respuesta con la cual se sientan cómodos.
Como puede apreciarse, una evaluación que se basa en estos principios es
perfectamente compatible con un proceso educativo en donde el estudiante es el actor
protagonista; que está en capacidad de realizar procesos de autogestión de sus
aprendizajes, haciendo uso de su repertorio cognitivo y experiencial e integrarlo con
nuevos insumos y al ritmo que sus capacidades y motivaciones le permitan; donde el
grupo es considerado como recurso potenciador de las aptitudes de cada uno de sus
miembros y estos a la vez, emplean la crítica y la autocritica como herramientas
correctivas y de estimulo para mejorar sus desempeños, orientando estos hacia la
satisfacción de las expectativas y necesidades individuales y sociales.
Salta a la vista un cambio sustantivo en la evaluación; de una simple verificación de
conocimientos adquiridos, a un proceso holístico de apreciación y de reforzamiento de
competencias formativas logradas progresiva y continuamente.
Propósitos
Para que se evalúan los aprendizajes en la universidad?
A diferencia de la percepción que se ha tenido por largo tiempo, acerca de lo que se
busca con la evaluación, hoy esta es mirada con nueva óptica; se ha ampliado o abierto
el zoom y se realiza la evaluación con diferentes propósitos, sin ignorar que todos estos
derivan en apoyo para la toma de decisiones, conducentes a mejorar el objeto evaluado
(en este caso, el aprendizaje).
3. Los autores Medina y Verdejo (1999, pp. 24-25) citados por López, B.S. e Hinojosa,
Kleen, E. (2000, p.23), enuncian 17 propósitos de la evaluación de los aprendizajes. Por
considerar su pertinencia en el ámbito universitario, se transcriben a continuación:
1. Determinar las necesidades de los estudiantes y las demandas que la sociedad
impone sobre estos y la educación.
2. Determinar los logras de los estudiantes en torno a los objetivos propuestos.
3. Hacer pronósticos respecto a las posibilidades de los estudiantes.
4. Estimular la motivación de los estudiantes en cuanto le permite conocer si su
trabajo va encaminado al logro de los objetivos.
5. Promover retroalimentación acerca del aprendizaje, ofreciendo a las personas
interesadas información que fundamente los logros de los estudiantes.
6. Orientar al estudiante acerca del tipo de respuesta o ejecución que se espera.
7. Promover a los estudiantes de grado o nivel de acuerdo a los logros obtenidos.
8. Promover una base para la asignación de notas o calificaciones justas y
representativas del aprendizaje de los estudiantes.
9. Planificar las experiencias instruccionales subsiguientes.
10. Ayudar a conocer a los estudiantes en diferentes aspectos de su desarrollo
intelectual, social y personal.
11. Diagnosticar las dificultades y fortalezas en el aprendizaje de los estudiantes.
12. Seleccionar materiales para la enseñanza.
13. Brindar orientación y asesoría al estudiante.
14. Determinar la efectividad de un programa o del currículo.
15. Desarrollar autoevaluación tanto en el estudiante como en el docente.
16. Ofrecer un marco de referencia para administradores y supervisores para el
seguimiento del proceso educativo.
17. Estimular el aprendizaje de los estudiantes y la apreciación de sus logros
informándoles de sus éxitos.
Es importante destacar que la evaluación se propone como un proceso de ayuda,
comprensión y mejoras. Proceder en forma contraria es desvirtuarla. Los cambios
4. que se generen y las decisiones de implementación de los mismos, siempre tendrán
como propósito y como meta mejorar el sujeto o el objeto evaluado.
Los resultados de las evaluaciones de los aprendizajes, nos ponen en conocimiento
de debilidades y fortalezas, tanto del docente como de los estudiantes. Tanto unas
como otras, deben servir para mejorar el desempeño de ambos actores del proceso
educativo. En momento alguno no deben utilizarse en sentido negativo, con fines
punitivos o de humillación, sino convertirles en reales y efectivas oportunidades de
superación.
Funciones
De la misma forma como tradicionalmente se han desvirtuado los propósitos de la
evaluación de los aprendizajes, se han distorsionado sus funciones, reduciéndolas a
la asignación de calificaciones y un referente útil para entregar premios y castigos.
Afortunadamente los cambios operados en los procesos educativos en las últimas
décadas, han aportado nuevos enfoques a la evaluación de los aprendizajes. Ello
unido a cambios e innovaciones en otras disciplinas científicas, así como la
demanda de las sociedades de conocer resultados del quehacer de sus instituciones,
ha propiciado el redimensionamiento de la evaluación educativa y particularmente
de la evaluación de los aprendizajes, tanto en sus propósitos como en sus funciones.
En la educación universitaria, la evaluación de los aprendizajes ha tenido cambios
significativos, motivados esencialmente por los cambios introducidos en los
procesos de enseñanza que presentan nuevas demandas a la evaluación y nuevas
formas de atenderlos.
No obstante, los cambios en las funciones de la evaluación, si bien están
consignados en la teoría, poco se advierten en la práctica.
Se aprecia resistencia de los docentes universitarios para propiciar la incorporación
de funciones no tradicionales de la evaluación de los aprendizajes.
Las funciones de la evaluación están en correspondencia con los propósitos que se
persiguen. En consecuencia, pueden sintetizarse así:
Recoger información acerca de la evolución del proceso de enseñanza y
aprendizaje.
Obtener evidencias sobre logros y dificultades en el aprendizaje a través de
la apreciación de las realizaciones de los estudiantes.