La cena es la última comida del día y suele consistir en una comida ligera para facilitar la digestión antes de dormir. Generalmente incluye platos como entradas, un plato principal y postre con alimentos variados como cereales, verduras, frutas, lácteos, huevos, pescado o carne magra. Se recomienda cenar de manera equilibrada y relajada para aprovechar mejor los nutrientes y favorecer un sueño reparador.