El documento discute la evolución del papel estético y moral del diseño desde el siglo 18 hasta el presente. Originalmente, en la Ilustración, lo estético se consideraba fundamental para la formación de personas civilizadas, y cuando el diseño emergió en el siglo 19 en Inglaterra, tenía la obligación de mejorar la estética de los objetos industriales y el paisaje. Más tarde, el diseño contribuyó a hacer el mundo contemporáneo más habitable y satisfactorio culturalmente.